Revista Cultura y Ocio

El país de las últimas cosas. Paul Auster

Por Mientrasleo @MientrasleoS

El país de las últimas cosas. Paul Auster
     "Estas son las últimas cosas -escribía ella -. Desaparecen una a una y no vuelven nunca más. Puedo hablarte de las que yo he visto, de las que ya no existen; pero dudo que haya tiempo para ello. Ahora todo ocurre tan rápidamente que no puedo seguir el ritmo."
     Paul Auster es otro de esos nombres que suenan eternamente en el panorama literario actual, existe todo un "universo" creado en sus novelas que fascina a unos y horroriza a otros, pero deja lugar a pocas indiferencias. A mi me gusta, me conquistó hace ya tiempo y sus libros van llegando a mis estantes poco a poco atraída tanto por el nombre del autor, como por las sinopsis. Hoy traigo a mi estantería virtual, El país de las últimas cosas.
     Conocemos a Anna Blume. Se encuentra buscando a su hermano William en El país de las últimas cosas y desde allí escribe una carta a su novio relatándole lo que se ha encontrado. Un país en el que todo parece preparado para buscar la muerte y todo se derrumba. Un país en el que Anna deberá intentar sobrevivir, no dejarse engullir por esa sociedad.
     El país al que nos traslada Auster es un futuro casi apocalíptico. En él, en una ciudad sin nombre, nos encontramos con un mundo pesadillesco en el que las personas parecen haber perdido la capacidad de sentir, de avanzar dando un paso adelante. En un lugar en el que no hay palabras, no hay sentimientos, ni recuerdos. y es en ese lugar en el que se encuentra Anna buscando a su hermano periodista. A medida que pasa el tiempo Auster nos va dejando caer en este mundo con la incertidumbre de si caeremos solos o lo haremos con la protagonista.
     Mucho se ha escrito sobre si este libro es una brutal crítica  a la sociedad de consumo llevada al extremo, una sociedad que vive una pérdida de valores y permite la existencia de toda una sociedad poblada por vagabundos y personas sin hogar. Posiblemente.
     Auster nos enseña en esta novela destrucción, crematorios, gente muriendo, sin ganas de seguir adelante. Una sociedad que pierde motivos y se convierte en un lugar oscuro y tétrico. Y también nos da una pequeña luz de esperanza, de hecho la concepción del propio libro lo es puesto que se trata de las anotaciones en forma de carta de su protagonista. Lo usa como ancla, plasmando sentimientos que percibimos con fuerza en cada una de las palabras que el autor pone en su boca. Y nos retumban cuando no notamos esos sentimientos.
     Siempre he dicho que mi libro favorito de Paul Auster es Brooklyn Follies, y lo mantengo. El país de las últimas cosas le queda cerca por todo lo que consiguió hacerme sentir durante su lectura. Un libro tremendo, si aún no habéis leído a Paul Auster... no dejéis de descubrirlo. De verdad.
     Por cierto, ¿habéis leído algo de Paul Auster?
     Gracias

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