Revista Libros

El país de los bosques de hierro

Publicado el 10 mayo 2010 por Blogsmtenerife
Arnhild Lauveng pasó diez años de su vida ingresada en unidades psiquiátricas, luchando contra su esquizofrenia. Sufría de psicosis profunda y era autodestructiva: rompía vasos y platos para cortarse con los cristales. En este libro, la autora sumerge al lector en un mundo de voces y alucinaciones, un mundo en el cual la persiguen hordas de ratas y manadas de lobos de ojos amarillos que le aprisionan los talones con sus babosas mandíbulas. A través de su relato empezamos a entender que estas alucinaciones y otros síntomas tienen su lógica propia. Aprender cómo se pueden interpretar y revelar su contenido, es parte de esta historia. La autora, a partir de sus propias alucinaciones, descorre una cortina de niebla y aislamiento y nos conduce de su mano hacia la posible revelación de esos misterios que las imágenes de su mente le mostraron durante años. Esta es la impactante historia de su viaje de regreso a la realidad, asistida por una madre que se negó a perder las esperanzas. Una victoria que sólo unos pocos creen posible y que, lamentablemente, muy pocas veces se alcanza.
El país de los bosques de hierro
" Solía vivir mis días como oveja.Cada día los pastores nos reunían a todos en la unidadpara la marcha conjunta, en rebaño.Y sus perros pastores, como hacen la mayoría,ladraban furiosos si alguien se negaba a traspasar la puerta.Puede que yo haya balado un poco, bajito,mientras me arreaban a través de corredores.Pero nunca nadie preguntó por qué.Cuando estás loco, puedes balar todo lo que quieras.Solía vivir mis días como oveja.En apretado rebaño nos arreaban por los largos corredoresque rodeaban el hospital.Un solitario y dispar rebaño de individuos a quien nadie tenía interés en ver.Porque nos habíamos vuelto un rebaño.Y el rebaño entero debía salir y marchar,y el rebaño entero debía encerrarse otra vez.Solía vivir mis días como una oveja.Los pastores cortaron mi melena y mis garraspara que fuese más fácil fusionarme con el rebaño.Recorría el patio entre acicalados asnos, osos, ardillas y cocodrilos,y me preguntaba por qué nadie quería ver.Solía vivir mis días como oveja, Mientras todo en mí anhelaba correr a través de la sabana. Me dejé llevar de la pradera al corral y del corral al establo,donde decían que era mejor para una oveja.Y yo sabía que estaban equivocados. Y yo sabía que no sería para siempre. Porque yo vivía mis días como oveja.Pero en mi mañana, siempre fui una leona".

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