Revista Cocina

El pan en Madrid, malo y por las nubes

Por Javie
El pan en Madrid, malo y por las nubesCurioso escaparate el de la conocida pastelería, panadería, bar y restaurante madrileño, Hontanares de la Avda. de América. En el mismo se presenta las piezas de pan a modo de pájaros suspendidas en el aire, como si fueran piezas volando.La visión del escaparate me ha hecho recordar, y por ello el título de la entrada, la gran disparidad existente en el precio del pan, al menos en Madrid.En la capital de España, salvo que uno tenga la suerte de vivir cerca de una panadería o pastelería de calidad, que no suele ser fácil, el pan que se ofrece es deleznable. Y lo peor, siéndolo, es que además es muy caro. Con lo que el ciudadano que no tiene la suerte de poder acudir a una panadería de calidad, cada vez más escasas, tiene como opción comprar el pan en la tienda de la esquina, en el chino de enfrente, o en la gasolinera de arriba...No cabe duda que dicho pan, ya sea; chapata, barra, pistola, baguette... es de una calidad ínfima, horneados en los típicos hornos-armario, sacándolos de las cajas congeladas en los que se reparten, y sin más, ponerlos a la venta.Dicho pan, como te entretengas un poco en llegar a casa, o al lugar donde pretendas llevarlo, llega casi duro, y a las pocas horas, es una auténtica piedra. Siendo ésto triste, lo peor es que el precio se asemeja o incluso supera al de cualquier panadería de máxima calidad.Dentro de la mínima calidad que comento, existe una disparidad de precios, que en lugar de tener una proporción vinculada, como sería lo lógico, a la calidad del producto, el precio se establece, entiendo en función de otros parámetros; de la oferta existente en la zona, de la amplitud del horario del negocio en cuestión...etc.Sea como sea, lo evidente es que en Madrid, el pan, salvo honrosas excepciones, es malo, muy malo, y el tema no parece tener solución a corto o medio plazo.No parece razonable, por otra parte, que en los actuales momentos en que todo lo relacionado con el consumo alimentario en general, esté alcanzando niveles de calidad impensables hace sólo dos décadas, ya sea en la elaboración de vino, de productos en conserva, en la carne, en los productos de huerta, y muchos más ejemplos. Con importantes y serias iniciativas, a través de denominaciones de origen, marcas de calidad, mejorando consecuentemente todos los procesos. El pan continúe siendo el 'patito feo' del sector alimentario.Mi opinión sincera en cuanto a la causa principal de dicho desastre, entre otros, pero fundamentalmente, es el abandono de la panadería artesanal, la dureza del oficio, el gran esfuerzo en todos los aspectos que necesita, ha ido dando lugar a que cada vez más la panadería artesanal, vaya poco a poco desapareciendo. Y sustituyéndose por procesos industriales, que aunque algunos produzcan con gran calidad, por que los hay, en paralelo existan fabricantes, que no alcanza ni siquiera de lejos el aprobado raspado.No sé si sólo responde a causas económicas, o a una escasa calidad en la propia demanda, que no se muestra lo suficientemente exigente para adquirir solamente lo que merece la pena.Por otra parte, la mala prensa del pan como producto muy inadecuado para las dietas, dada la errónea y difundida fama de que es un alimento que engorda, pueda haber ayudado al deterioro del sector, pero ejemplos de productos presumiblemente engordantes, los hay a cientos. Pocos productos engordan tanto como el alcohol, en sus múltiples variedades, por poner un ejemplo, y no por ello, los fabricantes deciden bajar la calidad de sus marcas y deteriorar las mismas, pues el consumidor, puede asumir el riesgo de engordar, pero difícilmente admitiría que se produjeran engaños en las mismas.Sea como fuere, lo que es evidente que el pan, que además no engorda, como todo es una cuestión de cantidad y de hábitos de consumo, es de ínfima calidad, y como decía antes, no parece tener arreglo a corto plazo.

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