Revista Deportes

El panameño Luis Tejada se cansó de los insultos racistas

Publicado el 03 marzo 2015 por Aníbal M Rolla @oncedegala
Corría el minuto 73 de juego en la ciudad de Cuzco, más concretamente en el estadio Inca Garcilaso de la Vega y Tejada emuló a Samuel Eto'o en aquel partido contra el Zaragoza donde Ronaldinho y otros jugadores lograron convencerle para que no lo hiciera. La diferencia es que este caso el jugador panameño sí decidió abandonar el partido luego de que el árbitro Iván Chang le sacara tarjeta amarilla por patear la pelota hacia la grada, gesto que hizo en protesta por los insultos que escuchaba tras haber incurrido en un fuera de juego.
El panameño Luis Tejada se cansó de los insultos racistas
Luis Tejada se fue hacia el vestuario con muestras claras de enojo hacia el público local. Fue entonces cuando los jugadores del Cienciano Diego Morales y Julio Edson Uribe intentaron callar a los hinchas del equipo cuzqueño, pero Tejada no iba a dar marcha atrás. Juan Áurich perdía por 1-0 y poco después encajaron un segundo gol tras contar con un jugador menos y tras que el entrenador Roberto Mosquera ya había hecho los tres cambios. Lo más sorprendente es que no hubo ninguna intensión del árbitro de suspender el encuentro después de este desprecio racista producido por los inadaptados hinchas del Cienciano.
El panameño Luis Tejada se cansó de los insultos racistas
Los medios sudamericanos hicieron eco de este caso y recordaron que el panameño ya vivió algo similar en octubre pasado cuando visitaba el estadio del Sporting Cristal con la Universidad César Vallejo, afortunadamente, tras la intervención del capitán del equipo local, Carlos Lobatón se consiguió calmar a la hinchada y convencer a Tejada de permanecer en el terreno de juego.

Cabe destacar que Luis Tejada es el máximo goleador histórico de la selección de fútbol de Panamá y que ha jugado en Colombia (Millonarios, América de Cali, Envigado y Deportes Tolima), México (Toluca y Veracruz), Perú (Juan Áurich y Universidad César Vallejo) y en el Real Salt Lake City norteamericano.
La sanción debería ser tan dura como para que un acto así no vuelva a repetirse nunca...

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