Revista Espiritualidad

El Partero Del Alma

Por Ritacoach @ritatonecoach

coach¿Qué querías ser cuando eras chico?

Quizás no lo tengas muy claro, o sí. Por mi parte, creo que a los siete años, ya podía responder a la pregunta “¿Qué querés ser cuando seas grande?” con absoluta convicción: -Médico.

Y puedo asegurar además que no se debía a la admiración que sentía por mi padre, que lo era. En ese momento, él para mí era solo mi papá.

Antes de que naciera mi segunda hija, trabajando como instrumentista de cirugía, se presentó la oportunidad de que viviera –paralelamente- una experiencia, que ahora, con mayor conocimiento, puedo darle el nombre de “Experiencia Mística”, una de las que se habla en el libro sabio  “La Novena Revelación”: tuve que asistir a mi padre en un parto.

A partir de ese día (tenía 20 años), mi llama interna se avivaba con solo recordar ese momento, y aunque mi misión en la vida estaba difusa, podía asegurar que tenía que ver con ayudar a “dar a luz”.

Cuando conocí el Coaching tuve mi propia revelación.

Sentí que todo lo que había buscado para enfocar mi energía laboral, estaba allí en una sola disciplina y, entonces, renací porque él ayudó a que se diera a luz en mí no solo una actividad, sino una vida nueva y diferente.

No se es Coach, por más certificaciones que se obtengan, sino se ha vivido el proceso personal de transformación.

Sentí que podía –y debía por la impronta de mi misión- ser Un Partero Del Alma.

Soy un Partero del Alma, lo que celebro, reconozco, vivo y comparto con felicidad.

Nuestra vida no resiste una interpretación lineal, a lo que sí se debe es a las coincidencias que nos permiten llegar a nuestras elecciones y decisiones correctas.

La Ontología del Lenguaje, base del Coaching Ontológico, se apoya en la Lingüística, La Biología del Conocimiento y la Filosofía del lenguaje, y la técnica maravillosa del Coaching, de permitir a las personas que descubran sus propias respuestas conectándose consigo mismas, tiene como origen al maestro de maestros, Sócrates.

El decía “Mi arte de partear tiene las mismas características que el de ellas (el de las comadronas, como su madre), pero se diferencia en que éste asiste a los hombres y no a las mujeres, y examina las almas de los que dan a luz, no sus cuerpos”.

La diferencia del Coaching con la Mayéutica (este es el nombre de la disciplina usada por Sócrates), es que éste es para todos los Seres Humanos.

El Coach no enseña. El Coach facilita.

“Los que tienen trato conmigo, aunque parecen algunos muy ignorantes al principio, en cuanto avanza nuestra relación todos hacen admirables progresos. Y es evidente que no aprenden nunca nada de mí, pues son ellos mismos los que descubren y engendran muchos bellos pensamientos”.

 

Este post es un homenaje.

¡Para todos mis colegas con quien comparto esta misión!

Este post determina -sin más confusiones, por favor-.

¡Qué es el Coaching!

Este post celebra.

¡Feliz Navidad!

Este post me confirma.

¡Soy Coach! ¡Soy un Partero del Alma!

Y lo celebro con todos ustedes.

Te invito a acompañarme en el desarrollo de mi misión.

¡Gracias por mi vida, gracias a la Vida!

Por el placer de compartir.


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