Revista Sociedad

El Partido ¿Demócrata? Thailandés (2)

Publicado el 31 agosto 2014 por Tiburciosamsa

Las primeras elecciones democráticas tuvieron lugar en enero de 1975. La participación fue de un escasísimo 47%. Se ve que la gente no se lo acababa de creer. Los demócratas ganaron, consiguiendo 72 de los 269 escaños de la Cámara. El líder demócrata Seni Pramoj formó un gobierno de coalición y demostró que tampoco a él se le daba bien lo de mantenerse en el poder. Duró exactamente 27 días. Y para colmo le sustituyó su hermano menor, Kukrit Pramoj, con quien no se llevaba excesivamente bien. Los follones de familia joden más que los follones políticos.

La situación política era tan volátil que en abril de 1976 hubo que convocar nuevas elecciones. En esta ocasión los demócratas alcanzaron una gran victoria: el 25% de los votos y 114 de los 279 escaños de la Cámara. Seni puso de manifiesto en esta ocasión su pragmatismo: si para tocar poder, uno debe aliarse con el diablo, pues uno se alía y punto pelota. Los aliados que se buscó fueron el Chart Thai, el Partido Social Nacionalista y el Partido de la Justicia Social. Que el líder del Chart Thai, Pramarn Adireksarn, hubiera hecho campaña con el eslogan “La derecha mata a la izquierda”, no parece que quitase el sueño al demócrata Seni. De hecho nombró a Pramarn Viceprimer Ministro. A pesar de todos los compromisos y componendas tampoco en esta ocasión Seni consiguió mantenerse mucho tiempo en el poder. El 6 de octubre de 1976 los militares le invitaron a volverse a casa y él, que era muy educado, les obedeció. Ni Seni ni el partido supieron responder a la nueva situación y cuando se convocaron elecciones en 1979 apenas consiguió el 14% de los votos y 33 de los 301 escaños en juego. A Seni le sucedió al frente del Partido el coronel Thanat Kormantr del que lo más que se puede decir es que estuvo durante tres años liderando un partido que andaba un poco perdido y que siguió perdido tras su marcha. En 1982 Bhichai Rattakul asumió las riendas del Partido. Era un hombre inteligente y supo formar una buena relación de trabajo con el Primer Ministro Prem Tinsulanonda, en cuyo Gabinete fue Viceprimer Ministro. Ello hizo que el Partido se beneficiase por asociación de la popularidad de Prem y que ganase las elecciones de 1986 , conquistando 100 de los 347 escaños en juego. Sin embargo, en lugar de disfrutar de la victoria, los demócratas cayeron en uno de los viejos hábitos de la política thailandesa: el faccionalismo. Descontentos con la distribución de carteras ministeriales y con el hecho de que el hijo de Bhichai se hubiera llevado la de Ciencia y Tecnología, formaron un grupo disidente que se autodenominó “10 de enero” y que en las siguientes votaciones en el Parlamento se puso a votar en contra del Gobierno. Prem, mosqueado, convocó nuevas elecciones en 1988 y los demócratas cosecharon los frutos de su desunión (o de la gilipollez, que también sirve): quedaron en tercer lugar con sólo 48 de los 357 escaños en juego. En 1990 Bhichai entregó el liderazgo del partido a Chuan Leekpai, que es para mí el mejor líder que los demócratas hayan tenido nunca. Chuan había sido Ministro en la Oficina del primer Ministro, Ministro de Justicia, Ministro de Comercio, Ministro de Agricultura y Cooperativas, Ministro de Educación, Presidente del Parlamento, Ministro de Salud Pública y Viceprimer Ministro. Todo un carrerón y además había dejado tras de sí una imagen de eficacia y limpieza. Si lo primero no es común, lo segundo ya es rarísimo.  En septiembre de 1992, tras el final de la dictadura del General Suchinda, se celebraron elecciones y el Partido Demócrata las ganó, consiguiendo 79 de los 360 escaños en juego. Ya sé que no es una gran victoria, pero después de lo de 1988… Chuan Leekpai formó gobierno con el Phalang Dharma y el Ekkaparb. A pesar de lo difícil que resulta formar gobiernos de coalición en Thailandia, Chuan intentó que su gobierno fuera tecnocrático y eficiente. Chuan continuó las políticas económicas de gobiernos anteriores en lo que habían tenido de bueno y liberalizó la economía al tiempo que daba más peso al sector privado. No le fueron ajenas las preocupaciones sociales y trató de que los campesinos vieran incrementados sus ingresos. Asimismo quiso descentralizar la Administración, dando más poderes a las administraciones locales y provinciales. Finalmente, en lo que se refiere a las FFAA quiso reducir su tamaño y su autonomía. Tal vez el mayor defecto de Chuan y el que acabó provocando su caída en 1995 fue que, aunque él era honesto, no supo atajar a los miembros de su gobierno que dejaban que desear en ese sentido. Su gobierno cayó en 1995 a causa de unos negocios ilegales de tierras en los que se vio envuelto su Ministro de Transporte  y Comunicaciones Suthep Thaugsuban. La corrupción le pasó factura al Partido Demócrata, que quedó en segundo lugar. Aun así, los electores debieron de apreciar su eficacia gobernando, porque quedó a solo 6 escaños del ganador, el Chart Thai. Tanto el gobierno del Chart Thai, que duró poco más de un año, y del New Aspiration Party que le sucedió hicieron añorar a los demócratas. Fueron ineficaces, no vieron venir la crisis asiática de 1997 y en cuanto a corrupción, los demócratas eran unos aprendices a su lado. La crisis asiática estalló a comienzos de julio de 1997 y para comienzos de noviembre el Primer Ministro Chavalit Yongchaiyudh tuvo que tirar la toalla. El puesto y la crisis le venían grandes. Y de modo natural Chuan volvió a ser Primer Ministro. El Partido Demócrata había sido el segundo partido más votado en las elecciones de septiembre de 1996 y aún perduraba el recuerdo de la eficiencia de Chuan.

Este segundo mandato fue un regalo envenenado. Para empezar tuvo que formar una coalición tormentosa con otros cinco partidos. Entre formar una coalición de gobierno en Thailandia con otros socios y meterse en una habitación llena de serpientes venenosas, hay que escoger siempre la segunda opción. Es la menos peligrosa. Más que gobernar, Chuan pasó su segundo mandato achicando agua. Cuando no tenía que pelearse con sus socios, tenía que aplicar las políticas que le imponía el FMI. Chuan salvó al país de la quiebra, pero en el camino perdió a su partido. 

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