Revista Coaching

El patrón de la motivación

Por Joseluisp

Keith Haring - Flying Man

¿Cuál es el patrón que sigue nuestra motivación? El Doctor Valentín Fuster considera que la motivación se comporta como un círculo. Un proceso continuo que se inicia con la frustración dando lugar a un ciclo que continua hacia la motivación, la satisfacción y la pasividad de manera sucesiva.

El primer cuadrante de este patrón es la frustración. La frustración puede ser el resultado de un período de pasividad interna, o bien la respuesta emocional ante aquellos obstáculos que nos impiden avanzar. Nuestra frustración es un estado que nos instala en la tristeza o en la decepción llevándonos a elegir entre dos opciones: o quedarnos en la insatisfacción permanente, o tomar las riendas de nuestra propia vida y asumir decisiones. Para ello necesitamos un empujón que nos inyecte buenas dosis de energía.

Esta energía es la que dispara la motivación, el segundo cuadrante del nuestro círculo. Para algunas personas es fácil obtenerla, pues son de naturaleza optimistas. Otras necesitan armarse de entusiasmo o precisan de ciertas dosis de presión para pasar a la acción. En cualquier caso la motivación nos permite abandonar la resignación que nos produce la adversidad para pasar a la acción.

Aunque no sea un camino fácil, la tercera etapa del viaje es la satisfacción, pues llega un momento en que la motivación y el talante activo comienzan a producir resultados. La satisfacción tiene un lado dulce, pues nos permite apreciar que nuestros esfuerzos han merecido la pena. Sin embargo también esconde otra verdad: que para mantener todo lo que hemos logrado necesitamos mantener la llama de la motivación, pues sin esa energía corremos el riesgo de instalarnos en la pasividad de nuestro círculo de comfort.

Finalmente, el cuarto cuadrante del círculo es la pasividad. Como la satisfacción y la motivación no son eternas, llega un momento en que nos instalamos en la pasividad. Cuando caemos en ella necesitamos advertir que hemos caído en la complacencia. Que precisamos nuevas metas con las que esforzarnos todos los días. Llegado a este punto debemos elegir: o prolongamos nuestro estado de pereza, o salimos en busca de nuevos retos cayendo de nuevo en la frustración para iniciar un nuevo círculo de motivación.

Mientras usted lee esto todas las personas que le rodean se encuentran en una de las cuatro fases de este ciclo. Un viaje sin fin que nos mantiene vivos en la tarea de alcanzar aquello con lo que soñamos. Fascinante.

NOTAS

Si está interesado en el patrón de la motivación puede consultar “El Círculo de la Motivación”. Está publicado por Valentín Fuster en la Editorial Planeta.


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