Revista Opinión

El peligro del bitcoin

Publicado el 19 febrero 2018 por Elturco @jl_montesinos

Publicado en DesdeElExilio.com

El dinero ha de cumplir tres funciones básicas como ya describió Carl Menger, reserva de valor, medida o medio de comparación del valor y método de pago. Atendiendo a estos usos, la realidad es que cualquier material puede convertirse en dinero, como ya lo fueron los metales y las piedras preciosas. Es cuestión de manejabilidad y adecuación a los mencionados usos. Hoy tenemos papeles, monedas y bits. Cambiamos promesas de pago y valores en estos tres soportes. Ni siquiera los bits son algo novedoso, en realidad. La nómina la pasan de banco a banco y puedes pagar la hipoteca o la luz sin mediar medio físico alguno.

No obstante esto, las autoridades y los bancos tradicionales no paran de alertar sobre el peligro de las criptomonedas, con el bitcoin a la cabeza. Alertan mientras los unos buscan como regularlo (y quizá desvirtuarlo y controlarlo) y los otros intentan sacarle partido. No será tan malo intrínsecamente por lo que parece si los mismos que lo critican estudian la tecnología e invierten tiempo y dinero es descifrar el intríngulis.

Los mercados de valores, la bolsa, el trading y demás mercados especulativos, como todo en esta vida, tienen un riesgo. Quien se adentra en sus vericuetos debe informarse y estar bien enterado del funcionamiento de cada resorte y, aun estando a la última, se expone a la incertidumbre y a la mala inversión. Esto no es nada nuevo y en esto las criptomonedas son exactamente igual que cualquier otro valor, con el agravante si me apuran de que al ser algo novedoso y de comportamiento – en lo que a su valor comparativo se refiere – poco fiable e imprevisible, supone una inversión de alto riesgo. Hasta aquí todo el peligro de las criptomonedas.

Las criptomonedas no tienen respaldo alguno. El dinero fiat, el que utilizamos comúnmente, tampoco. Se acabó el patrón oro, se acabó el respaldo. Hoy solo es una máquina fotocopiadora, muy excelsa y complicada eso sí, la que fabrica dinero a voluntad. Hay unos señores muy serios y encorbatados que dicen que los euros o los dólares son un valor mucho más seguro. Hay montones de usuarios de bitcoin que ponen esto en duda. La cuestión es a quien creer. La experiencia dice que los gobiernos no son de fiar. Así que ya me dirán ustedes.

Tampoco es cierto eso de que el bitcoin se usa para delinquir. A menos así lo desmiente el análisis de la Fundación para la Defensa de la Democracia titulado Bitcoin Laundering: An Analysis of Illicit Flows into Digital Currency Services (Lavado del bitcoin: Un análisis de los flujos ilícitos en los servicios de moneda digital) donde determina que solo el 0,06% de las transacciones en bitcoins proceden de fuentes ilícitas. Además de esas fuentes ilícitas más del 97% son para compraventa de drogas, es decir, para cometer un “crimen” sin víctimas.

El mayor peligro del bitcoin y del sistema de criptovalores es que proporciona un medio fiable y al margen del poder establecido para el intercambio de valor, y esto podría atraer a delincuentes, desde luego, pero atrae a mucha más gente normal y corriente que solo quiere relacionarse sin que se metan en su vida. Aun está por ver si puede cumplir con las funciones que el dinero debe cumplir para que su uso sea común, pero lo bien cierto es que es un un medio que ataca directamente al statu quo y a muchos poderes fácticos y por eso escuece. Por suerte el ingenio humano siempre va un paso por delante del afán regulatorio y confiscador. No se puede prohibir lo que no se ha inventado. Y cada día se inventan nuevas maravillas.


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