De todas las enfermedades de las cuales la gente se preocupa por tener, la hepatitis viral se encuentra generalmente muy abajo en la lista. Muy a menudo se piensa como una enfermedad que sólo afecta a los drogadictos o los promiscuos sexualmente. A pesar de que esos grupos están en mayor riesgo, casi cualquier persona puede contraer hepatitis.
La gran mayoría de las personas que tienen hepatitis viral, especialmente la hepatitis C, no saben que la tienen, y ese es el mayor problema que existe con la hepatitis, según afirmó el Dr. David Bernstein, jefe de hepatología en el North Shore University Hospital en Manhasset, NY.
Un proyecto de ley bipartidista fue presentado en el Congreso de Estados Unidos el año pasado que establecería un sistema nacional para identificar la incidencia de las infecciones de la hepatitis B y C, y proporcionaría financiamiento para aumentar la disponibilidad de las pruebas.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), más de 2 millones de estadounidenses nacidos en una etapa de explosión de natalidad están infectados con hepatitis C y muchos más pueden tener la enfermedad sin saberlo, porque a menudo no causa síntomas hasta que ha causado grave daño al hígado. El CDC recomienda que todas las personas nacidas entre los años 1945 y 1965, la generación del baby boom, se realicen una prueba de sangre para detectar la enfermedad, y estima que esto implicaría identificar alrededor de 800.000 personas más que tienen hepatitis C, lo que podría ahorrar más de 120.000 vidas.
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