Revista Cine

El peso del tiempo, de Gerardo Pérez Sánchez.

Publicado el 09 junio 2015 por Meg @CazaEstrellas
"No tengas miedo a sentir de forma extrema. Solo así lograrás sentirte vivo en este mundo. Para todo lo demás ya están los robots. Los románticos como nosotros sufrimos más, pero vivimos más. En el fondo sabes que las cosas solo pueden mejorar porque, no te engañes amigo, tu vida ahora mismo es una caricatura de lo que debería ser."
El peso del tiempo, de Gerardo Pérez Sánchez.
Conocí a Gerardo a través de su blog, "El séptimo arte por Gerardo Pérez Sánchez". A raíz de ahí hemos compartido cine, literatura y alguna que otra cosa más en común. Nacido en 1972, es profesor de Derecho Constitucional y Ciencia Política en la Universidad de La Laguna. También es crítico cinematográfico y sus artículos de opinión se publican en diversos medios. "El peso del tiempo" fue su primera, que no única, novela, y gracias a Gerardo he tenido la oportunidad de leerla.
Nos encontramos ante un libro de planteamiento original, que mezcla dos géneros: romántico y ciencia ficción. Abrir la mente a esa mezcla es primordial para disfrutar de esta lectura. Nos situamos a finales del S.XXI y comienzos del S.XXII. Como consecuencia de los conflictos bélicos y los desastres naturales, la vida en nuestro planeta casa vez es menos viable, por lo que la población comienza a trasladarse a megaciudades espaciales. Nuestro protagonista, un profesor universitario llamado Germán, se encuentra en un momento delicado personal y profesionalmente, por lo que decide permanecer en nuestro planeta e inscribirse en un experimento sobre estudio de control mental dirgido por un científico francés. Dicho experimento se lleva a cabo con la finalidad de evitar los falsos testimonios en los procesos judiciales. Para ello, se estudia la posibilidad de captar, mediante regresiones, las vivencias y recuerdos de las personas. En el pasado de Germán aparecerá inesperadamente una mujer. En general me ha parecido una historia muy entretenida, con un protagonista muy bien perfilado y con quien es fácil empatizar. Creo que el autor se maneja bien en los diálogos y en las pinceladas reflexivas de la historia, saliendo airoso de esa combinación de géneros. No obstante, hay un par de detalles que han hecho que la lectura se me hiciera lenta en su primera mitad: hay demasiadas reiteraciones sobre el sentir del protagonista y la situación de la Tierra. El lector ya tiene los datos suficientes para situarse y conocer a Germán,  pero estos se repiten y aparecen de nuevo en varias ocasiones. Desde mi punto de vista, eso ralentiza la lectura haciendo que su ritmo sea desigual. Cuando el protagonista entra de lleno en el experimento, la narración adquiere mayor agilidad y se reaviva el interés del lector.Una primera novela, en definitiva, que apunta maneras. Habrá que seguir la pista del autor.

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