Revista Psicología

El precio de la inteligencia

Por Gonzalo

 

Una de las mejores reliquias que tenemos del hombre primitivo es el hombre moderno    (David Hamburg)

La tecnología y otros avances promovidos por la civilización no dejan de ser una nueva forma de amortiguar el impacto de la variabilidad ambiental, mediante un creciente control y modificación del entorno. Los sucesivos avances tecnológicos, desde la manufactura de herramientas y la agricultura a la revolución industrial y la informática, han contribuido a mejorar la calidad de la vida humana en múltiples aspectos.

EL PRECIO DE LA INTELIGENCIA

Tecnología y Avances tecnológicos

La domesticación de animales y plantas, la metalurgia, la invención de la escritura y el desarrollo de la medicina, entre otros factores, transformaron nuestras vidas haciéndolas más largas, seguras y confortables que las de nuestros antepasados cazadores-recolectores. Incluso entre aquellos de nosotros a quienes entusiasmaría la idea de un viaje en el tiempo al mundo del Pleistoceno sería difícil encontrar a alguien que estuviera dispuesto a realizarlo sin tener asegurado el billete de vuelta.

Cualquier cambio, aunque suponga una mejora, tienen también un precio y el desarrollo de la cultura y tecnología no fueron ninguna excepción. La civilización trajo también la superpoblación, la pobreza, la guerra, la amenaza nuclear, la contaminación medioambiental, la destrucción de la biosfera y el calentamiento global. ¿Es este el precio de la inteligencia? ¿O tal vez estos problemas son solo el resultado de la codicia, la ignorancia, falta de previsión e insuficiente tecnología?

EL PRECIO DE LA INTELIGENCIA

Agentes contaminantes de una tecnología deficiente

El precio de la inteligencia proviene, sobre todo, de que esta depende de cerebros extremadamente complejos, complejidad que los hace más vulnerables, los cuales han constituido un entorno sociocultural también muy complejo y rápidamente cambiante, muy diferente de aquel en el que nuestros organismos fueron seleccionados.

La necesidad de adaptarse a dicho entorno ha conducido al retraso genómico, es decir, al desfase existente entre nuestro genoma, que condiciona una fisiología y psicología seleccionadas para sobrevivir en el medio en que evolucionó la especie humana, y el mundo artificial creado por la cultura, cuya acelerada evolución impide que se seleccionen las adaptaciones correspondientes, provocando en muchos seres humanos transtornos físicos y emocionales.

La complejidad cerebral desarrollada durante la evolución del género Homopor otra parte, parece haber llevado a la aparición de divesas enfermedades psiquiátricas y neurodegenerativas exclusivamente humanas, como el autismo, la esquizofrenia o la enfermedad de Alzheimer. El aumento de la complejidad de nuestros cerebros dio lugar, no solo a una mayor inteligencia, sino también a una mayor vulnerabilidad cerebral. Existen sin duda otras desventajas asociadas a la inteligencia, entre las que destaca la conciencia de la muerte.

EL PRECIO DE LA INTELIGENCIA

La complejidad del cerebro y las enfermedades neurodegenerativas

El aumento de la complejidad cerebral que tuvo lugar durante la evolución del género Homo puede haber sido la causa de la elevada proporción de enfermedades neurodegenerativas y psiquiátricas que sufre nuestra especie. Las enfermedades neurológicas y psiquiátricas se encuentran entre las más prevalentes en los países desarrollados y entre las causantes de un mayor coste económico y un mayor sufrimiento a pacientes y familiares.

El ser humano ha experimentado también un importante aumento de la longevidad, por lo que algunas enfermedades asociadas a la vejez, tales como la enfermedad de Alzheimer, podrían constituir ejemplos de pleiotropía antagonista  (Bufill y Blesa, 2006). El incremento de la complejidad habría hecho más vulnerable el cerebro de Homo sapiens, principalmente ante factores capaces de interferir con el desarrollo cerebral o asociados a la edad. 

Nuestra especie presenta también varias enfermedades asociadas a microsatélites, o fragmentos de ADN  constituidos por múltiples repeticiones de grupos de 2 a 5 bases o necleótidos (adenina, timina, guarina y citosina), las cuatro bases que constituyen nuestro material genético. La mayor parte de ellas, como la ataxia de Friedreich, la corea de Huntington y otras, son exclusivamente humanas y afectan al sistema nervioso central. Dichas repeticiones de nucleótidos, la mayoría en forma de tripletes o repeticiones de tres bases, son propias de nuestra especie y se dan solo en número muy bajo en primates no humanos.

Es muy probable que muchos de los genes portadores de múltiples mocrosatélites estén relacionados con funciones conductuales y cognitivas y que los múltiples tripletes repetitivos encontrados en genes asociados a la función del sistema nervioso humano tengan relación con el incremento de complejidad cerebral ocurrido dutante la evolución humana. Si ello es así, las enfermedades neurodegenerativas antes citadas serían parte del precio de dicha complejidad.

 

EL PRECIO DE LA INTELIGENCIA

FUENTE:   EL PRECIO DE LA INTELIGENCIA, La evolución de la mente y sus consecuencias  (Jordi Agustí, Enric Bufill y Marina Mosquera)

 


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