El primer milagro

Querido Amigo:
Nos introducimos a meditar las Escrituras en esta ocasión a través de la Palabra de Dios en el Evangelio de San Juan 2, 1-12. Se nos recuerda a través de estas palabras que si se acaba el vino en nuestra vida hoy, ahí tenemos a nuestra madre.
Antes de continuar con la meditación quiero hablarte de una mujer que le diagnosticaron cáncer de seno. Esta mujer de 40 años de edad, muy amada por su familia y amigos, una mujer muy respetada, una mujer muy servicial. Al enterarse de tal padecimiento sintio la muerte en sima, sentía que todos sus sueños, toda su vida se venía a bajo. Pero esta mujer hizo lo que todo mundo busca hacer cuando se encuentra en una situación parecida, buscar ayuda espiritual, meterse en un grupo de oración. 
El día de la cirugía llego, el medico comenzo a marcar las partes que extraería de su cuerpo. Ella estaba relajada y muy confiada en Dios que se atrevio a decir al medico, que si al abrirle no encontraba nada, simplemente le cerrara, que ella no lo demandaría. Después de varias horas desperto en una habitación del hospital sin un seno y sin una parte de su antebrazo. Ella permació firme en su fe. Ni las aguas pudieron apagar el amor que ella sentía por Dios, porque se sentía viva. Porque después de 8 años el primer milagro que experimentaba en su vida se seguía repitiendo cada día. Y así es hermanos, el milagro puede ser que uno se de cuenta a tiempo de la enfermedad que padece. No todo esta perdido aún. Solo hay que hacer lo que él les diga.   

(3)Entonces la Madre de Jesús le dijo: Hijo, No tienen vino.  (4) Jesús le respondió: Madre todavía no ha llegado mi hora. (5) Su Madre dijo a los sirvientes: Hagan todo lo que Él les diga. (11) Esta señal milagrosa fue la primera, y Jesús la hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su Gloria y sus discípulos creyeron en Él.

Querido amigo, quiero centrarme en estos versículos de uno de los pasajes más conocidos en la vida de Jesús, Las Bodas de Caná, como dice la palabra del Señor, éste fue el primer milagro, a los novios se les terminó el vino -reflexiona un momento- se terminó tu paciencia por un hijo, por un hermano, por tu nuera? Estás enfadado? Se terminó tu trabajo? Que se terminó en tu vida y te está quitando la paz? Te sientes solo, se han olvidado de ti, sientes que nadie te ama? Y de salud corporal y espiritual cómo andas? Cuando atravesamos alguna situación difícil en nuestra vida, alguna enfermedad, un problema familiar, no te sientes aceptado y esos jarrones que son tu vida se vaciaron, siempre hay alguien que te escucha y se preocupa por ti.
En el versículo (11) nos narra Juan así manifestó su Gloria y sus discípulos creyeron en Él. Por qué no creían? Porque no habían visto ninguna señal. Seguramente María, que sabía que su hijo era el hijo de Dios, le preocupaba que los discípulos dudaban, entonces, al ver el milagro, hasta entonces comenzaron a creer.
Querido amigo,  hay que creer en Él, no busques un milagro, no acostumbramos a verlos. Pon toda tu Fé en Él, así es como los problemas se van. Cuando tu jarrón se haya quedado sin agua, busca a María y dile: se me terminó el vino. Nuestra Madre amorosa está cuidándonos e intercede por nosotros ante Jesús, ella volverá a recurrir a su hijo amado, Jesús atiende su petición a pesar de que todavía no haya llegado su hora.
En alguna situación has buscado el consuelo de nuestra Madre del Cielo? Ella, es quién te guía a Jesús cuando te dice “Hagan todo lo que Él les diga”, por qué dice esto? Porque sabe que, cuando amas con amor como el de Jesús, tendrás un lugar con Él, porque sabe que cuando haces lo que Jesús dice, tus problemas se marcharán, porque ella sabe que a pesar de estar dudando por la situación que estés viviendo, Jesús transformará tu agua a vino, y no un vino cualquiera, será el mejor de los vinos (10) “tú has dejado el mejor vino para el final”, confía, ten Fé, todo estará mejor.
Te invito querido amigo a que te acerques a María, deja que ella te arrope y te de su consuelo de Madre, ella te ama tal cuál ama a su hijo Jesús. Ella te está esperando.
María, eres nuestro ejemplo a seguir, quédate en nuestras vidas, quédate en nuestros corazones.
Dios te bendiga y María te guíe a Jesús. Gracias por tu visita y tus comentarios.  
Compártenos con tus amigos!! Tu Amiga, Martha Noyola