Camaradas,
El Führer, que se encuentra de nuevo en el Berghof, ha recibido hoy al Primer Ministro de Yugoslavia Dragiša Cvetković junto con su Ministro de Asuntos Exteriores, Cincar-Markovich. Durante las conversaciones se ha tratado la incorporación de Yugoslavia al Pacto Tripartito y, aunque la opinión del Primer Ministro yugoslavo es favorable, ha alegado no estar autorizado para hacerlo en este momento.
En la terraza de Berchtesgaden. A la izquierda se encuentra Dragiša Cvetković y detrás de él Cincar-Markovic. A la derecha Ribbentropp.
Desde la incorporación de Austria al Reich, Yugoslavia tiene fronteras comunes con las dos potencias del Eje. Y desde Munich la Pequeña Entente ya no existe. Por consiguiente se ha modificado la orientación internacional de Belgrado. Se ha dado cuenta de su posición geográfica; ha comprendido que ya no debe mirar hacia el Oeste, sino hacia sus vecinos, grandes y medianos, con los cuales tiene intereses comunes, políticos y económicos. El regente del reino, Príncipe Pablo, ha sabido imprimir a la diplomacia yugoslava una sabia moderación gracias a la cual el país ha evitado los efectos de las reivindicaciones territoriales, es decir, que no ha corrido la suerte de Checoslovaquia y Rumanía. Con Bulgaria y Hungría ha conseguido formar pactos de amistad perpetua, a pesar de haberse incorporado vastos territorios reclamados por el irredentismo húngaro y el búlgaro. Con Italia firmó hace más de tres años un Pacto de No Agresión, a pesar de las antiguas controversias alrededor de Fiume, Istria y Dalmacia. Con Alemania sus relaciones son muy buenas; Yugoslavia es uno de los pocos países en donde la minoría alemana no ha tenido motivos de queja. En fin, Yugoslavia se orienta hacia el Eje y nada se opondría a su adhesión al Pacto Tripartito. Pero tampoco debemos olvidar la importancia del valle del Vardar, que conduce a Salónica y que es el mejor camino de invasión de Grecia.
Es lebe Yugoslavien!