Según declaraciones del mismo príncipe Alberto II a la publicación Monacomatin se procederá de la siguiente manera: "En caso de gemelas o de gemelos, será la primera o el primero que nazca. En el caso de un niño y una niña, será el niño. En el caso de gemelas, la que reciba el título de heredera lo perdería en el caso de que en un futuro pudiera venir un varón para ampliar la familia, sobre el que recaerá el título de príncipe heredero". Queda claro que, tal y como ha ocurrido en un pasado, en la línea sucesoria monegasca continuará prevaleciendo la figura del varón sobre la mujer, a diferencia del resto de Casas Reales Europeas, exceptuando Liechtenstein y España.
Respecto al protocolo específico del nacimiento, aunque la tradición establece que tras el nacimiento de un príncipe heredero se deben disparan 101 cañonazos si es varón y 21 si es mujer, el príncipe soberano ha establecido que en esta ocasión se dispararán 42 salvas desde el Fort Antoine, 21 por cada uno de los bebés. A lo que se añadirá el repicar de las campanas de las iglesias y el timbre de las sirenas de los barcos, durante un periodo de quince minutos.
La presentación oficial de los recién nacidos se realizará en la Plaza de Palacio unos días después del nacimiento, en medio de una jornada que será declarada de fiesta nacional. A la presentación estarán invitados tanto los monegascos, como el resto de residentes en el Principado.
Y como también manda la costumbre, tras el nacimiento se publicará, en la puerta del Palacio de Mónaco, una proclamación firmada por el soberano comunicando la noticia. También se colocarán libros de firmas para que la población pueda enviar sus mejores deseos a la pareja principesca.
Ahora toca esperar y ver. Por el momento, nos quedamos con imágnes de lo que ocurrió en 1958, tras el nacimiento del actual soberano.
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