El problema de Cuba no se ha resuelto

No tengo la menor duda de que el cambio de política hacia Cuba implementado por el presidente Obama era necesario y es bueno. La situación cubana estaba enquistada y por eso decir que estaba congelada es un buen término. Era necesario sacudirla y hacer algo diferente para tratar de descongelarla.

Se logró sacudirla y el mensaje del presidente Obama en su discurso le llegó al corazón y a la mente de muchos cubanos y les hizo cuestionar el sistema. Les abrió los ojos a otras posibilidades. Eso fue como un gol que Obama le metió al gobierno. Yo estoy casi totalmente seguro de que el gobierno cubano no se esperaba que el presidente hablara tan directo sobre los derechos de los cubanos a expresarse libremente, sobre el derecho a escoger a sus gobernantes y sobre la democracia y el pluralismo. Raúl Castro, en medio del congelamiento se debe haber quedado frío.

Hasta ese momento, el gobierno cubano había estado aprovechando las oportunidades que el deshielo le daba, buscando concesiones y concediendo muy poco y manteniendo la represión hacia los opositores. Obama concedió tanto que la imagen del enemigo imperialista desapareció y Cuba se quedó sin el Totí a quien echarle la culpa de todo lo que pasaba.

La represión era sutil pero real. Marchabas, te detenían y te soltaban después, o te detenían antes para que no marcharas pero casi siempre los soltaban el mismo día. A algunos les retenían el pasaporte para que no viajaran. En otros casos, obligaban a los disidentes a irse de La Habana si no eran habaneros  y si alguno salía para ir a una reunión en Cienfuegos o en Pinar del Río, antes de llegar lo interceptaban y lo obligaban a regresar. Eran como castigos por portarse mal. Castigos de represión.

En algunos casos los mantenían detenidos por más tiempo y las retenciones de los pasaportes variaban desde unas semanas hasta unos meses. El mensaje era claro: Yo soy el castrismo y el poder. Estoy aquí y más te vale que te portes bien porque puedo tratarte como te estoy tratando, pero puedo ser malo, mucho más malo.

Pero el efecto Obama causó que los cubanos subieran de tono sus protestas y el gobierno subiera de tono la represión. Hoy hay opositores que están encarcelados y que han sido encausados. A algunos disidentes les han retirado el derecho a entrar y salir de Cuba cuando quieran, y otros han recibido solo permiso para salir por una sola vez, quizás con la esperanza de que no regresen.

Internamente nada ha cambiado para el pueblo ni para los opositores pero  en el extranjero existe la percepción errónea de que en Cuba las cosas están cambiando y que hay una apertura y eso se ve reforzado por las noticias que salen al exterior que con contadas excepciones se enfocan en lo trivial y frívolo y no prestan atención a lo importante.

Por eso las detenciones de disidentes no son noticia. Las noticias que se publican son que hay muchas menos restricciones para viajar a Cuba, que los Rolling Stones dieron un concierto en La Habana, y la cantidad de celebridades que han aprovechado para viajar a Cuba. Es noticia que las Kardashians están en Cuba, pero no es noticia que Berta Soler, Antonio Rodiles, y otros hayan sido detenidos por marchar. No es noticia que Eliecer Ávila no haya podido llegar a Pinar del Río y lo hayan regresado a La Habana. No es noticia que José Daniel Ferrer haya sido “deportado” a Santiago de Cuba.

Es noticia que vayan cruceros de Miami a Cuba, pero no es noticia que casi ningún cubano de la isla gana lo suficiente para poder estar como pasajero disfrutando  ese crucero ni que Carnival no puede contratar a ningún cubano para que trabaje para ellos en Cuba y si necesita personal tiene que solicitárselo al gobierno cubano para que se lo proporcione, siendo el gobierno quien cobraría y después le pagaría una miseria al cubano.

Es noticia que Chanel presente su línea de productos en el Paseo del Prado de La Habana, pero no es noticia que al pueblo no se le haya permitido verlo y que la policía haya bloqueado una de las zonas más populares de La Habana y mucho menos sería noticia comentar que con lo que un cubano gana en un mes, solo podría comprar unas gotas de algún producto de Chanel y eso sacrificando la compra de bienes esenciales para sobrevivir.

Por eso, aunque yo sigo creyendo que el cambio de política es bueno, no podemos dejar que se crea que en Cuba todo está ya está resuelto o va en camino de resolverse. Para los cubanos, el problema solo terminará cuando en Cuba cambie el sistema, cuando no gobiernen los castristas marxistas,  cuando se permita expresarse libremente y cuando no haya un solo partido sino que exista pluralismo y podamos elegir libremente a nuestros gobernantes entre varias opciones.

Mientras la dictadura de los Castro ejerza el poder, mientras en Cuba no exista libertad, mientras en Cuba no se respeten los derechos humanos, el “problema” de Cuba  seguirá existiendo para los cubanos.