Revista Viajes

El Puerto de San Glorio

Por Rafael @merkabici
El Puerto de San Glorio

Hoy desde Marchas y Rutas te vamos a presentar uno de los grandes colosos del norte de España, un puerto que por hechuras tiene grandes semejanzas con los alpinos que puedes ver en el Tour de Francia y que incomprensiblemente permanece aun inédito en la Vuelta a España. Un olvido extraño que dejará de serlo en septiembre, cuando este monstruo se ascienda camino de La Camperona, en León. No obstante su lejanía a la meta y las duras rampas de este último puerto pueden minimizar el daño que haga San Glorio. Porque daño puede hacerlo, y mucho.

Lo primero que hay que indicar de este puerto son sus imponentes números. Alcanza los 1677 metros de altitud en su punto más alto, la Collada de Llesba, lo que lo convierte en el puerto de montaña más alto de Cantabria. Para llegar allí hay que ascender nada menos que 28,2 kilómetros a una media del cinco por ciento, con un desnivel total de casi 1400 metros. Números, sin duda, imponentes.

La subida dará comienzo en la bonita localidad de Potes, la capital de Liébana, un sitio que no puedes perderte y que es una mina para los amantes de la montaña sobre dos ruedas o a pata. Desde Potes iniciamos una primera parte de subida muy suave, con cinco kilómetros en los que remontamos mansamente un pequeño valle sin superar el tres por ciento, hasta pasar Naroba y enfrentarnos al primer kilómetro complicado, con rampitas cortas de hasta el diez por ciento. Aquí lo fundamental es ir guardando fuerzas, por cuanto aun nos queda un mundo hasta arriba. Otro nuevo descansillo y llegamos hasta la localidad de La Vega de Liébana, donde la carretera vuelve a empinarse y ya no veremos ningún otro descanso apreciable hasta el final del puerto...veinte kilómetros más arriba.

Precisamente ahora vienen cinco kilómetros de gran dureza, superando el siete por ciento de media, y con rampas sueltas que llegan al doce al paso de pequeños y coquetos pueblos como Vada, Bores y Dobares. El puerto asciende siempre por una media ladera sin apenas curvas cerradas y va ganando altura rápidamente sobre el valle. Las vistas son magníficas a media que vamos subiendo, pudiendo apreciarse los Picos de Europa en todo su esplendor, y alcanzando la vista en días despejados muchos kilómetros a la redonda.

Tras un nuevo tramo exigente al once por ciento a la salida de Dobarganes entramos en período más regular, con la carretera subiendo siempre a una media del 6-7% y sin descansillos ni rampones. La parte más alta del puerto es también la más escénica, con ala aparición de varias espectaculares herraduras y unas vistas soberbias.

Una vez coronado el puerto de San Glorio los auténticos aficionados a la bicicleta se desviarán por una carretera que parte en la misma cima y que asciende otro kilómetro hasta el llamado Collado Llesba, un miador natural soberbio. La pega es que las continuas rampas al trece y catorce por ciento de este kilómetro final, que hace el número 28 de ascensión continua, ayudarán a darnos la puntilla tras un esfuerzo que nos llevará a algunos más de dos horas y media. ¿El premio? Conquistar uno de los puertos más duros de España.


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