Revista Economía

El referendum del fin del mundo.

Publicado el 30 julio 2017 por Torrens

He repetido varias veces mi opinión de que este país no está capacitado para dar una salida lógica y civilizada a problemas graves como el planteado con Catalunya.

Cuando el español se exaspera o lo exasperan por algo aflora su estupidez, el odio y la falta absoluta de seriedad y empieza a decir barbaridades y a reaccionar de manera desproporcionada.
Leyendo las opiniones de los medios de comunicación, de muchos políticos y del gobierno Rajoy con demasiada frecuencia tengo la sensación que los catalanes no estamos intentando ejercer el derecho a decidir simplemente votando, sino que el 1 de Octubre pretendemos lanzar un ingenio nuclear que destruya media España.
El que los catalanes que quieren votar estén cerca del 80% no sirve de nada, a pesar que esta cifra indica que los que quieren votar son por supuesto los que quieren la independencia, pero también muchos de los que no la quieren, porque saben que en el imposible caso que el gobierno Rajoy hiciese las cosas mínimamente bien o al menos no tan mal, el NO podría ganar el referéndum y se acabaría este maldito problema.
Incluso la tantas veces mencionada ilegalidad del referéndum es un cuento chino. El referéndum es ilegal porque así lo ha determinado un Tribunal Constitucional a las órdenes de Rajoy y el PP, pero si buscáis en nuestra Ley fundamental donde está escrito algo parecido a que tal referéndum está prohibido o que en cualquier caso deben votar todos los ciudadanos españoles y no solo los catalanes, no vais a encontrar ni tan solo insinuaciones o normas mínimamente similares. Entre el siglo XX y lo transcurrido del XXI se han realizado en Europa 23 referéndums de independencia, y en muchos de los países que los han “padecido” tienen una constitución o ley similar parecida a la nuestra en la que también se consagra la unidad del país, y en la mayoría venció el no a la independencia, pero España es un bicho rarísimo y por imposición Catalunya todavía más.
Lo que pretende una mayoría de catalanes se califica de golpe de estado, nos llaman fascistas, se nos acusa de dividir al país, de hacer callar a bofetadas a los que no están de acuerdo y varias barbaridades más, simplemente por querer votar. Y del gobierno no digamos, aparte el acoso judicial, con la Operación Catalunya se comete la peor barbaridad que puede perpetrarse en democracia sin que ocurra nada de nada y los muchos responsables siguen en sus puestos o han sido trasladados a puestos similares desde donde pueden repetir la jugada todas las veces que quieran, y continúa sin pasar nada aunque la Guardia Civil se ponga a interrogar a funcionarios y políticos catalanes en base a la orden del juzgado 13 del TSJC que resulta ser una falsedad y encima el Ministro del Interior amenaza a los que critican el método porque deben cumplir la Ley cuando él mismo forma parte de un gobierno que se hace sus necesidades fisiológicas al nivel de diarrea sobre las leyes, tal como ha quedado demostrado infinidad de veces, la última cuando el miércoles 26 Rajoy riñó a los abogados que le interrogaban con el permiso y el apoyo de un tal Angel Hurtado, presidente del Tribunal.
Ni siquiera cuando ETA mató a casi mil españoles los comentarios fueron tan bestias y las medidas gubernamentales tan desproporcionadas y franquistas, pero claro, ETA mataba y por lo tanto es más seguro demostrar el arrojo y la valentía castellanas contra los pacíficos catalanes.
Si las inmensas barbaridades que se han dicho sobre los referéndums fuesen ciertas Suiza sería uno de los países más subdesarrollados y desastrosos del mundo porque el referéndum es un instrumento que usan regularmente para tomar decisiones que afectan a todos los cantones, y lo normal es que se celebren un par o más cada año, y para que tengáis una idea del uso de referéndum que se hace en Suiza puedo decir que el último año en que no se celebró ninguno fue en 1943.
Para convencerme todavía más de que estamos gobernados por una de las peores mafias, esta misma semana la vicepresidenta Santamaría y el Ministro Guindos se han referido a los buenos datos económicos valorando el hecho que todos los indicadores están ya al nivel anterior a la crisis y ambos han tenido la indecencia de incluir el empleo entre estos indicadores, cuando la realidad es que la tasa de paro todavía está justo por debajo del doble del 7 % que era el valor del 2006, y España es, junto con Grecia el único país de Europa que no ha recuperado todavía los niveles de empleo anteriores a la crisis, eso sin valorar que la mayor parte del empleo que se está creando es temporal y precario. También esta misma semana el tribunal supremo del Pakistán ha cesado al Primer Ministro por corrupción al aparecer en una de las listas de cuentas en Panamá, noticia que demuestra que la separación de poderes y la democracia funcionan mucho mejor en Pakistán que en la democracia ejemplar que Rajoy dice que disfrutamos en España. Si dicha ejemplaridad fuese cierta Rajoy estaría como el Primer Ministro del Pakistán, cesado.
De desastre. Y estos son los que se pasan varios pueblos criticando y tomando medidas contra los catalanes que quieren votar.


EL REFERENDUM DEL FIN DEL MUNDO.

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