Revista Religión
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; Ef. 2:8
En varios lugares del Nuevo Testamento la palabra griega para definirlas palabras “gracia” y “don” es la misma y se la define como “regalo”.
Un regalo es algo que otra persona nos hace para agasajarnos. No recibimos regalos porque nosotros los pidamos, sino porque otro tiene el deseo de regalarnos algo. Así sucede en la esfera espiritual, en nuestra relación personal con el Señor.
Dios ha hecho el mejor regalo para toda la humanidad, no porque la humanidad lo merezca sino porque el Dador (Dios) amó grandemente a la humanidad. Ese regalo se llama Jesucristo, y cualquier persona que lo recibe como el Salvador (Juan 3:16) se transforma en un hijo de Dios según Juan 1:12.
Si al pasaje de este día le cambiamos las palabras “gracia” y “don” por la palabra “regalo” vamos a entender aún más la profundidad del amor y la misericordia de Dios hacia nosotros. ¡Dios nos rescató del fango del pecado sin merecerlo, gracias a los méritos de Su Regalo: Jesucristo! ¡Este es un motivo diario para agradecer a Dios por su misericordia revelada en nuestra vida! ¿No le parece?
CONFESIÓN DE FE: JESUCRISTO HA SIDO EL REGALO DE DIOS, PARA QUE MI VIDA CAMBIE, Y PUEDA SER TRANSFORMADO EN UN HIJO DE DIOS.
Oración: Gracias Dios mío por tu salvación; gracias por enviar a Jesucristo, el mejor regalo, para que yo pudiese ser rescatado del pecado donde vivía. ¡Te alabo por tu bondad en este día!
Por: Ritchie Pugliese
Fuentes: El Versículo del Día