No puedo evitar indignarme ante las acciones de la derecha latinoamericana y el silencio de la Organización de Estados Americanos (OEA), siempre callada cuando se trata de la derecha, reafirmando lo que sabemos todos: que responde a un país cuya águila se posa para desangrar a quienes no se rinden a sus pies.
La OEA, ¿para qué existe? Creo que esa pregunta nos la hemos hecho los cuerdos alguna vez o varias. La OEA critica, critica y critica para tratar de desacreditar junto a Estados Unidos a Cuba y a Venezuela, pero hace oídos sordos ante la situación de Lula y los secuestros en Argentina, mientras que algunos gobiernos derechistas se aferran al poder e intentan desprestigiar al ALBA y a la CELAC, organizaciones a las que sí les importa los más desfavorecidos.
El injusto encarcelamiento de Inacio Lula Da Silva, aun cuando no existan pruebas que lo acusen de delito alguno; en Argentina la muerte de Santiago Maldonado y ahora el secuestro de una maestra que salió a la calle junto a sus compañeros en señal de protesta contra el gobierno de Macri y a la cual fuerzas desconocidas a favor del gobierno le grabaron con un punzón en la barriga: “Olla NO”; me hacen recordar las crueles dictaduras de América Latina que secuestraban, torturaban y asesinaban. Supongo que Mauricio Macri, ese que se dice presidente del país donde nació Maradona y Michel Temer, del país de las zambas, no las sufrieron. Yo sí las sufrí en carne propia, porque asesinaron a muchos de los míos, cubanos y latinoamericanos, así que no puedo olvidarlas: Fulgencio Batista en Cuba (1940-1944 y 1952-1959), Pinochet en Chile (1973-1980) y José Rafael Videla en Argentina (1976-1983).
Los contrarrevolucionarios cubanos dicen que en Cuba hay una dictadura, pero se pasean libres por las calles de su país y son asistidos en las Instituciones médicas de forma gratuita cuando lo necesitan. ¡Vaya dictadura que los dejó estudiar GRATUITAMENTE!, y si se enferman tampoco pagan nada. Yo les sugiero a esos que dicen que aquí hay una dictadura y que no se respetan los derechos humanos, que vayan a oponerse al gobierno argentino para que vean qué les pasa, dónde aparecen, digo, si aparecen.
Y aunque parezca el intento de regreso de las dictaduras de los 70, y Lula continúe preso, aún existen la Revolución cubana, la Revolución Bolivariana, la Sandinista en Nicaragua, Evo Morales en Bolivia y miles de voces en Brasil y en el mundo entero que desde sus posiciones claman por justicia y por el fin de la violencia que la derecha quiere volver a imponer en América Latina.
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