Los televisores que un día mandó Fidel Castro a todos las escuelas primarias para sustituir a los maestros, ahora amplifican los reguetones que ni siquiera se difunden en las emisoras de radio.
Las canciones con alusiones de sexo explícito llegan a las escuelas de la mano de padres y maestros o hasta en las mochilas de los propios alumnos.
Los principales exponentes del reguetón en la isla dicen abiertamente que los niños son el mejor termómetro del género.
Con información de Redes Sociales.
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