La fachada de la Casa Consistorial de Alcalá la Real conserva un reloj singular terminado en 1803 por el relojero local Fernando de Tapia (1749-1841).
Se desconoce como Tapia adquirió su formación en el arte de reloxes, pero llegó a dirigir la Real Escuela de Relojería de Málaga, para después volver a su villa natal.
El reloj de Alcalá la Real registra horas, minutos y fases de la Luna, y su sonería marca las horas y las medias.
El interés de Tapia por hacer relojes con el mes sinódico le llevo a escribir un breve tratado sobre el tema: Nuevo método sobre el modo de poner la Luna. Un reloj es un artificio aritmético: mediante engranajes de ruedas conseguimos multiplicar y dividir.
Si consideramos que un mes sinódico son 29´5 días, la forma de conseguirlo es acoplando una rueda de 59 dientes a la de las horas, pues la rueda de las horas da dos vueltas al día. Ese era el sistema habitual, pero Tapia sabía que se cometía un error de 45 minutos que era preciso corregir (más exactamente son 44´3”): para ello propuso tres ruedas de 48, 63 y 90 dientes que le darían la precisión buscada. No se conoce si Tapia llegó a fabricar algún reloj con la mejora propuesta.
El reloj del Ayuntamiento funciona, merece la pena visitarse y solo dispone de una gran rueda para la Luna. No hay que perderse el gran hueco de las pesadas piedras que impulsan el mecanismo.
En la estructura metálica del mecanismo leemos: concluyó después de 12 años de desvelos en el año 1803.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure