Revista En Femenino

El reto de mi vida

Por Peineta

Hoy vengo a contaros que los niños crecen y con ellos los problemas. Pero por alguna razón que desconozco cuesta hablar ellos en nuestras bitácoras. Lactancia, elección de colegio, control de esfínteres, sueño, ropa, carritos...son temas llevaderos, con connotaciones posibles de digerir públicamente.

EL RETO DE MI VIDA

Pero entonces tu hijo, ese que era protagonista de tu blog, crece, tiene su espacio privado, su vida y tú una cadena que te ata las manos. La cadena del respeto, la privacidad, el pudor o sencillamente la falta de valentía.

Yo esta semana quería hablaros de un tema relativo a neskatilla con humor del bueno, pero después de una conversación de wassap con esos compañeros que comencé mi carrera bloguera he decidido aplazarlo. Siempre estoy a tiempo, entre otras porque me da que la niña se va coger su tiempo para quitarse el pañal, es ella muy respetuosa con sus tiempos aunque no con los míos 😉

El monillo ya ha pasado por los insufribles 3, los potentes 4, los increíbles 5, los llevaderos 6 y estamos en los terribles 7. En fin que a partir de los 2 años podéis usar todos los adjetivos que queráis a cada etapa o año. Por qué también tengo claro que cada niño es un mundo y cada uno nos tocará vivir un capítulo diferente. El mío está siendo complicado no lo negaré, pero tenía claro que la lactancia, la falta de sueño y otras simpleces no eran más que un sencillo aperitivo del gran menú que nos esperaba.

EL RETO DE MI VIDA

He lidiado mal con el tema de hermanos y celos, me supongo que no ha ayudado el hecho de no yo no haber pasado por esa etapa en mi vida. Que esos celos no estén reflejados de una manera clara y que no sea yo muy consciente. He sufrido el distanciamiento de un niño que se ha sentido más cómodo en la sombra paterna y ha decidido retar a la materna. Zarandear las ramas de ella, hasta hacerla perder el equilibrio. Colgar un columpio en él para que sea consciente que él está ahí pero que no quiere que le empuje.

Estoy sufriendo en carnes eso que llaman pre adolescencia o lo que yo considero un adelantamiento forzado de etapas. Una perdida descarada de la niñez, una sociedad que avanza demasiado rápido con demasiados estímulos fuera de lugar. Pero de repente te ves delante de la plaza de toros, sin ganas de torear pero con el traje de luces puesto, y pensando que en la plaza hay gente con pañuelos dispuesto a juzgar si te mereces el premio o no.

Pues yo he salido corriendo, me he quitado el traje, he ido debajo de ese árbol donde empezó todo y he esperado que con la ayuda de un buen experto, pueda enfrentarme al zarandeo de ramas, a crear una buena sombra donde quiera cobijarse, pero sobre todo que tengas necesidad de pedirme que le columpie.

Si tuviera que confesar mis retos duro en la crianza de mi hijo mayor serían estos:

-Los límites y la aplicación y cumplimientos de estos

-La comunicación no verbal

-Crear un buen espejo en el que reflejarse

-La incontinencia verbal

Pero este camino no lo recorro sola, toca crear una ruta de vida de tu hijo junto a una persona, que quizás tenga miedos diferentes a los tuyos, preferencias y baremos diferentes a los tuyos. Elementos perfectos para crear un cisma en la carretera y que tu hijo decida aprovechar ese atajo.

EL RETO DE MI VIDA

Señores no es que no escriba sobre ello, es que lidiar con ello ya está siendo algo tan intenso que a veces pienso que nada como tener un hijo para tener que comerte tu vida en pequeñas dosis, atragantarte con ella y darte cuenta de todo lo que te toca cambiar. Por suerte soy de las que he decidido pedir ayuda antes de tirar la toalla. Nunca es tarde si la dicha es buena ¿no?. Nadie dijo que ser madre fuera fácil, pero tampoco tan difícil.

Mi admiración a todas las compañeras que hablan en sus blogs de esas etapas adultas que tan complicadas se convierten a veces y tan privadas son.

*Las fotos de este post son de mi propiedad

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