Revista Cómics

El retro, mañana

Publicado el 19 julio 2011 por Mugen

La palabra “retro” es susceptible a muchos debates pero, inequívocamente, va ligada a un concepto como mucho más global (hijo de puta, hay que decirlo más), me refiero a la infancia, tanto que podría afirmar que retro es igual a infancia.

No hay más que comparar dos podcast que ahora mismo se dedican a tratarlo como contenido principal en sus programas, me refiero a Fase Bonus y a El club Vintage , los dos hablan de retro, pero unos tiran más por esas oscuras épocas de Spectrum y Amstrad (Para mí esos años es como la época en la que había dragones en Juego de Tronos), tocando en ocasiones los sistemas de 8 y 16 bits, mientras que los segundos se sienten más afines a Super Nintendo, Mega Drive, Neo Geo y, sí, también PSX y N64

Navegando en foros y webs varias, hay muchas teorías sobre hasta qué época debería ser considerado un título, retro, siendo la más popular la que reza “Todo lo que sea antes del 2000″ o antes de la llegada de los polígonos. En mi opinión, cualquier juego del ayer que te permita entender el hoy, es retro, entendiendo el ayer una generación anterior a la que se vive; pero eso es algo personal, de nuevo una opinión… pero ¿Y si cómo tantas otras cosas la definición de lo que es retro, fuera algo relativo?

El retro, mañana.
Para mí, el retro se escribe con “m” de megadrive

Así es, tal como reza la introducción de este artículo, creo que se podría afirmar que juego retro abarca a todo título desde aquel con el que comenzamos en esto; y que te enamoró, hasta el último que te sumergió en esa crisis que todos tenemos en la que los dejamos un poco de lado (también conocida como “Vaya, a Maripili le han salido tetas”) Ese bonito periodo no es otro que la infancia.

Reafirmo mi tesis en varios puntos en común que se dan cuando alguien analiza un videojuego retro, comparándolo con los recuerdos emotivos que uno tiene cuando piensa en si niñez.

“Los bocatas de nocilla siempre salen a colación.”

Cuando pensamos en esos títulos, lo primero que recordamos no es la jugabilidad, ni los gráficos, ni los distintos valores de producción y narrativa que han permitido que bla, bla, bla; no. Lo primero que nos viene a la mente es lo que teníamos a nuestro alrededor: esa partida al Streets of Rage con tu hermano, esos sueños de querer poseer el multitap para jugar a tres al Secret of Mana y, como no, las merendolas a golpe de Nocilla. Ese delicioso snack dulce, cremoso, esparcido sobre esa crujiente rebanada de pan (joder, que hambre tengo, qué malo es escribir artículos a las 2 de la tarde) es el símbolo de una generación, la nuestra.En lugar de soplarle al cartucho debería ser menester untarlos de nocilla.

La frase: “Es que ya no hay imaginación en los videojuegos”.

Las cosas como son, antes nos encontrábamos con una piedra en el parque y no veíamos una roca con forma de caca de perro, veíamos un tanque acorazado que montaríamos para rescatar a Maripili de las garras del dragón y optar, así, a poder palpar sus gloriosas glándulas mamarias. Ahora vemos una roca y le damos una patada, a ver si le acertamos en la cabeza a una paloma. Con eso bien claro ¿Alguien se extraña de que no le encontremos “imaginación” a la mitad de los videojuegos?

El retro, mañana.


 

Es ver esta imagen y se me hace la boca nocilla

Pero si recuerdo que decían que existía un truco para jugar una pantalla adicional tras acabarse el Mario Land de Gameboy y aún recuerdo las pajas mentales que me hacía a esa edad, imaginándomela. Ahora sé que hay tres mundos ocultos en el New Super Mario Bros de DS y me interesa menos que las novedades que incluirá ese chiste llamado “Ultimate Marvel vs Capcom 3″
Menos mal que se crean videojuegos de adultos como Braid o Portal para que nuestra imaginación pueda seguir volando

“Volvemos a ellos cuando queremos absoluta paz”

Cuando tenemos lío en el coco o cuando lo que vemos en la actualidad no nos gusta siempre recurrimos a ellos como ancla para que el barco no se acabe de perder, apelamos a ellos, los recordamos y los rejugamos; y la partida es siempre satisfactoria porque nos devuelven a unos tiempos más sencillos, mejores, a los días de recreo y nocilla.

Con el retro, al ser un reflejo de la infancia de cada uno y un modo de regresar a ella, van asociada todo eso tipo de cosas, sería imposible hablar de retro sin mencionar partidas de gameboy en el bus, los tazos, el recreo, la misma nocilla, a Oliver y Benji en la tele, Son Gokuh; seguro que ahora mismo os invade un gran sentimiento de nostalgia…. Este artículo nace tras haber ido a ver al cine la última de Harry Potter a una sala llena de niños y niñas. Pese a llevarme entradas tan graciosas para el twitter como “Aparece Bellatrix en pantalla al lado de Voldemort y una niña de 15 años a mi lado grita en el cine: Ésa seguro que se la chupa”, me quedé pensando ¿Qué recordarán estos muchachos cuando decidan embarcarse en un proyecto de radio tipo El Club Vintage? ¿Habrán cambiado a Gokuh por Harry Potter, o peor, por los putos Gormiti? ¿En lugar de recordar a Epi y Blas mencionarán a la rapera más famosa de la tele “Dora, la exploradora”? ¿Y en lugar de Nocilla… hablarán de porros?

El retro, mañana.
No dejará de cantar hasta que no te arranques el corazón y se lo des

Chavales… os aviso, tenemos una dura labor para encauzar a nuestros críos cuando los tengamos; pero de todos modos, será divertido cuando escuchemos en un podcast, dentro de treinta años, a un muchachete decir: “Red Dead Redemption… ayys, en esa época acabó Harry Potter y las tetas de Maripili empezaban a apuntar maneras”.


Volver a la Portada de Logo Paperblog