Revista En Femenino

El riesgo de las literas infantiles

Por Pequelia @pequelia

Cuidado con las literas

Una litera o cama marinera es un mueble formado por dos camas situadas una encima de otra, se utilizan sobre todo en habitaciones infantiles con poco espacio para facilitar que dos niños puedan dormir en la habitación, además, al contar con cajones en la parte inferior, un armario lateral o estanterías, se logra optimizar el espacio. A los niños les gustan las literas, especialmente si pueden dormir en la cama superior, pero a los padres nos preocupa por el riesgo de accidente, pues si se caen el daño que se pueden hacer es mayor que en una cama baja.

Claro, que el niño que duerme en la cama inferior tampoco está exento de riesgos, si la litera no se instala correctamente podría desplomarse la cama superior cayendo encima del pequeño mientras duerme. Por ello, si estamos pensando en comprar una litera, es interesante valorar los riesgos y saber qué medidas podemos adoptar para minimizarlos y así poder estar tranquilos.
Según algunos estudios, en la Unión Europea cada año miles de niños menores de 14 años acuden al servicio de urgencias por haber sufrido una lesión relacionada con una litera, las heridas más frecuentes se dan en el cuello y en la cabeza, las causas suelen ser sobre todo la caída desde la cama superior, resbalones al subir o bajar por la escalera de la litera… También hay otros accidentes a tener en cuenta como que un niño quede atrapado entre el colchón y la pared, el colchón y la estructura de la cama, etc.

Debemos comprar una litera de calidad que cumpla con las normativas de seguridad europeas, algo que se identifica con el correspondiente sello de la CE. A la hora de instalarla, es necesario que el lugar esté alejado de las lámparas del techo y siempre contra una de las paredes y rincones de la habitación, ya que así se obtienen dos puntos de apoyo que reducen el riesgo de caída e incrementa la estabilidad de la litera.

La litera superior debe contar con barandillas en todos sus lados, siendo la altura como mínimo de 16 centímetros con respecto al colchón. En la parte inferior, entre la barandilla y el colchón no puede haber un espacio superior a 7 centímetros, ya que el niño podría terminar pasando por el hueco si el cochón se hunde por el peso haciendo que este hueco sea mucho mayor. Es importante que el colchón quede perfectamente colocado, encajado gracias a listones y otros elementos de sujeción que impidan que se pueda mover, ya que de lo contrario, se corre el riesgo de que se caiga.

La escalerilla debe estar en buenas condiciones y perfectamente sujeta a la litera, no se debe utilizar a modo de percha para dejar prendas de vestir, cinturones, cuerdas, adornos, etc., elementos que podrían provocar que el niño se resbalara y además ahogarse en el peor de los casos. Los alrededores de la litera deben estar despejados para evitar que los niños puedan hacerse mucho más daño si se caen, también es conveniente tener una lamparita cerca de la escalera para que el niño pueda bajar por la noche en caso de necesidad.

Finalmente, es muy importante explicar a los niños que una litera no es una herramienta de juego y que deben cumplir unas normas de seguridad de forma escrupulosa, utilizar la escalerilla para subir y bajar, no realizar movimientos bruscos en ninguna de las camas y advertirles de que no pueden dormir dos niños en la cama superior. En el caso de los hermanos, el menor, sobre todo si tiene menos de 6 años, deberá dormir de forma obligada en la parte inferior a fin de minimizar riesgos.

Como explican aquí, las literas ofrecen muchas ventajas, pero también riesgos que hay que valorar, pueden resultar peligrosas si no se hace un uso adecuado y no se siguen las normas citadas.

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