El Rincón de los proscritos: ‘Buscando justicia’ de John Flynn

El señor Madano solía darme dinero para poder ir a jugar con los demás chicos, ¿sabes como he pagado al señor Madano? ¿Sabes como le he dado las gracias? Le he detenido.

Gino Felino es un expeditivo policía de Brooklyn al que un buen día matan a su mejor amigo(craso error), Bobby, a plena luz del día, en la calle y delante de su esposa y sus hijos. Richie Madano, un violento criminal y conocido de la infancia de Gino y Bobby es el autor del crimen. Gino buscará venganza persiguiendo implacablemente a Madano, que campa descontrolado por la ciudad.

Llevamos apenas 10 segundos de película y la cosa promete. Steven Seagal le patea el culo a un proxeneta que esta pegando a un prostituta embarazada.Así era Steven Seagal. Él quiere pasar más tiempo con su hijo, para jugar al baseball y comer hamburguesas pero en comisaría siempre le necesitan y le llaman constantemente y él acude raudo a las llamadas, así era Steven Seagal.Un desalmado que lleva en el coche una pegatina con la frase: “Matadlos a todos y que sea Dios quien los elija” arroja una bolsa con un precioso perrito en medio de la calzada, él lo recoge y le pide a Dios: “Por favor deja que vuelva a ver a ese tipo”, así era Steven Seagal.  Él “apatrulla” por su barrio con los Beastie Boys y su No Sleep till Brooklyn en el radiocassette de su buga molón, así era Steven Seagal. Él se detiene para hablar con un chico de la calle, el chico lo respeta, se le ve en los ojos, él le pregunta por su madre y se despiden, así era Steven Seagal. Unas putas le preguntan si quiere follar y él se rie, así era Steven Seagal.

John Flynn, un realizador irregular donde los haya, fue el encargado de dirigir esta cinta de acción tan sólo apta para hombres de pelo en pecho. Aunque lo cierto es que el realizador-en esta película- es lo de menos, la cámara está enamorada de Seagal y no le pierde de vista, toda la obra gira en torno a él, sus frases lapidarias, sus golpes maestros, su manejo del cuchillo de carnicero, sus “mocos” al capo de la mafia, su maestría jugando al billar con una bola y un pañuelo. Así era Steven Seagal.

Me atrevería a decir que Gino Felino(sí, ya sé que parece el nombre de un personaje de una peli porno…)es el papel más chulesco de este actor, que se encontraba en pleno auge después de haber protagonizado,con bastante éxito, sus tres primeras películas-seguramente las tres mejores-:’Por encima de la ley’, ‘Difícil de matar’ y ‘Señalado por la muerte’. Se podría decir que en todas sus cintas hace el mismo papel, el de un policia experto en artes marciales, con muy malas pulgas, más hortera que una boina a topos  pero con gran corazón

‘Buscando justicia’ es un filme de acción macarra al 100 %, y no me malinterpretéis, eso no es nada malo. De hecho creo que en ese punto es donde reside la gracia de esta entretenida película.

Una cinta con tanta mala leche y con ese tono tan sórdido, brusco y barriobajero merecía tener unos personajes a la altura de las circunstancias. Y ese es otro de los aciertos de ‘Buscando justicia’. Esta obra está plagada de tipejos indeseables. Y un filme con tantos garrulos de barra de bar, policias corruptos, mafiosos engominados enfundados en trajes baratos y un policia más duro que la erección de un seminarista adolescente merecía un villano que destacase, un malo feo y rudo de esos que te matan con su  mirada más dulce. Y sí, afortunadamente el villano cumple, y con creces. William Forsythe interpreta a Richie Madano, Gino Felino tiene un  némesis a su altura. Quizá Madano no sea adversario para Gino en el cuerpo a cuerpo, pero en cuanto a mala leche e “hijoputismo” el tío se sale. Forsythe y su mostacho nos brindan un papel de esos que te hacen quitarte el sombrero a modo de reverencia. Histriónico hasta decir basta, pero consecuente con lo que el filme requería. Otra de las virtudes de ‘Buscando justicia.

Poco me queda por decir, tan sólo aconsejaros que os toméis esta cinta como lo que es, una película fabricada exclusivamente para el lucimiento de un Steven Seagal en su salsa, repartiendo mamporros hasta al apuntador y rompiendo huesos como tan sólo él sabe hacer. Seguramente los que no habéis visto esta cinta y estéis leyendo mi reseña pensaréis que soy un fan de este interprete y que esta película tiene una pinta de bodrio “que echa pá tras”. Pues no y sí: no soy fan de Seagal, y sí es un bodrio, pero un bodriete la mar de entretenido y con mucha personalidad; raras virtudes en estos tiempos.

Sayonara.

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