El rostro de santa Teresa en dos bestiarios de Kathia Korzin

Kathia Korzin es una artista francesa, nacida en Bayona. Estudió Bellas Artes en la Universidad de París 1: Panteón-La Sorbona. Ha realizado numerosas exposiciones y recibido diversos galardones, entre los que destacamos la medalla de plata de la Academia de las Artes y las Letras de París, en 1991. Desde 1996, está vinculada por lazos de amistad con el carmelo de Bayona. Los santos carmelitas han sido, en muchas ocasiones, objeto de inspiración para sus obras pictóricas. Así, por ejemplo, en 1997, su retrato de santa Teresita del Niño Jesús obtuvo el primer premio en un concurso convocado por la revista La Obra Máxima.

Hoy queremos centrarnos en dos obras recientes, de 2016, que nos parecen de especial interés por su belleza y originalidad. Sin duda, arrancarían una sonrisa de labios de la santa. Se trata de dos imágenes inspiradas en elementos vegetales y animales (bestiario) que aparecen en las obras teresianas. Son aguadas (gouaches) sobre madera de roble y se encuentran en el monasterio carmelita de Bayona. Le agradecemos cordialmente su colaboración para publicar las dos obras en nuestro blog.

Retrato arcimboldesco

A partir de la silueta del rostro de la santa basado en la conocida pintura de Rubens, la Kathia Korzin elabora un fantástico retrato al estilo de Giuseppe Arcimboldo, pintor italiano del siglo XVI.  La técnica consiste en retratar un rostro humano a partir de flores, frutas, plantas, animales u objetos. Estos elementos se distribuyen de tal manera en el lienzo, que se pueda reconocer el rostro del sujeto que se representa.

Kathia ha elegido para este retrato doce animales tomados de las obras teresianas: águila, oveja, paloma, mariposa, erizo, tortuga, gusano de seda, capullo del gusano de seda, doradas, sardinas, ratones, mula.

Son doce elementos (en su mayoría positivos) como los doce apóstoles de Cristo y la decimotercera persona de la Cena es la propia Teresa de Jesús.

•  El botón de la capa es la crisálida del gusano de seda que se convierte poco a poco en mariposa en la cumbre de la espiritualidad y de la cabeza. (Aquí la crisálida también se parece a un bebé envuelto en pañales y acostado en el pesebre).
• En los ojos de Teresa: el águila -seudónimo favorecedor que Teresa da a los Carmelitas descalzos- y el erizo, la imagen de la oración, como la tortuga que está debajo, que entra dentro de sí para meditar la Palabra …
• Las ovejas de la Virgen: sus “hijas” en los palomarcicos.
•  Mula o asno que Teresa pedía prestados para sus viajes
•  Pescados de las parábolas, pero también de Teresa que recibe doradas y toma las sardinas.
•  Ratón: Teresa a veces querría ser un pequeño ratón
•  Paloma en la toca: el Espíritu Santo, que Teresa lleva en su corazón.

Bestiario de Teresa de Jesús a partir de sus obras y cartas

En este retrato, a los animales mencionados anteriormente, hay que añadir varios más (abejas, lobo, cocodrilo, sapos, culebras…). Junto a los animales, aparecen también elementos vegetales como flores blancas, cocos, manzanas, naranjas, limones, hojas de morera, rábano, membrillo… Destaca la importancia que la autora da al color.

Ofrecemos las imágenes y el texto con la explicación de la autora (en francés), en este pdf.

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