El secreto de Liderar

Liderar, ¿a qué te suena esta palabra?

Muchas personas suelen relacionarla o asociarla con mandar o ser el jefe de un grupo de personas en algún trabajo.

Pero te diré algo, no hace falta ejercer un mando o dar órdenes a un grupo de personas para ser líder.

Cualquiera puede ser Líder, es decir, SER su ¡PROPIO LIDER!.

Estamos acostumbrados a pensar en los líderes que mueven masas, equipos, instituciones, alumnos, etc…, pero para llegar a ser eso, antes uno deber ser su propio líder, porque si no es casi imposible establecer lazos fuertes contigo mismo y tu entorno.

La clave está en que primero hay que liderarse a uno mismo, y esto significa, CONOCERSE lo máximo posible , ya que el saber esto, te permitirá avanzar y aportar lo mejor, tanto para ti como para con quienes te relaciones.

Ser un verdadero Líder de uno mismo, es la primera clave para alcanzar lo que te propongas con consistencia.

Es casi imposible lograr algo si no sabes cual es tu potencial y virtudes.

Un verdadero Líder de si mismo sabe hacia donde se dirige, para qué hace las cosas y qué beneficio busca en sus acciones. Una persona así, evita vivir a la deriva y sin rumbo, porque sabe que el tiempo que tenemos es limitado, con lo cual no esta en la labor de despilfarrarlo.

Para SER tu propio Líder, primero debes conocer a fondo cuál es tu ESENCIA, es decir, reconocer tus Valores, Visión y Misión de vida, tus pasiones y talentos que llevan.

Es necesario que conozcas los TESOROS que llevas en tu interior y a esto llegas, a través de tu propia ESENCIA.

Además de conocerlos, te toca vivirlos y practicarlos, de nada te sirve con conocerlos solamente, si no que debes experimentarlos, porque si no los utilizas, se te oxidan con el paso del tiempo.

También un auténtico Líder sabe reconocer y gestionar a sus voces internas conducidas y manejadas por su EGO. Evita caer en sus garras y cuando se da cuenta de ello, sabe como gestionarlo para apartarlo del camino.

Un Líder interior sabe cuando debe decir NO y SI, porque le gusta tomar sus propias decisiones de vida, prefiere equivocarse a que terceros las tomen por él, porque asume sus errores y aprende de él.

A un Líder interior no le interesa malgastar el tiempo en echar culpas a los demás y perder energía en buscar excusas, se centra en ver cómo puede mejorar para alcanzar sus sueños y cumplir su plan.