Revista Política

El Senador salteño Juan Carlos Romero y un nuevo caso de estafa con tierras del estado: “Dime con quien te juntas y te diré de quién eres testaferro”

Publicado el 27 marzo 2014 por Andrés Zarzuelo @andreszarzuelo
El Senador salteño Juan Carlos Romero y un nuevo caso de estafa con tierras del estado: “Dime con quien te juntas y te diré de quién eres testaferro”

JUAN CARLOS ROMERO

SALTA.- La salvedad y novedad no está puesta en lo que pareciera haber sido la matriz usada por Juan Carlos Romero para hacerse millonario -las tierras del Estado salteño- sino, que toma relevancia esta vez al usar como presta nombre a un periodista de su diario como puso en evidencia el Nuevo Diario de Salta la semana pasada. A luz también quedó con esta denuncia, el sometimiento que los Romero hicieron y hacen de todos sus empleados.
Mientras por una puerta echan y escrachan a aquellos periodistas que no le son afines a sus propósitos, como lo denunció Juan Antonio Abarzúa, por otro umbral reciben con los brazos abiertos a los cronistas que, lejos de cualquier ética, aportaron su granito de Arenas al imperio económico que los Romero construyeron en los últimos 20 años.
Al parecer, a la hora de sumar, sobretodo dinero o tierras, todo vale para Juan Carlos Romero y sus hermanos Marcelo Romero y Sergio Romero, quienes lejos de ponerse colorados y mucho menos dar cuenta a la Justicia de sus actos, se erigen como jueces colegiados del periodismo en Salta, tarea de la cual, a decir verdad, están cada vez más lejos.
En el último capítulo de las andanzas del ex gobernador con tierras del estado provincial, el Nuevo Diario, sacó a luz otro supuesto negociado entre Romero y el periodista, Rubén Octavio Arenas, cuya familia fue beneficiada con la cesión gratuita de más de 20 mil hectáreas de parte del ex gobernador.
Esta nueva operación inmobiliaria, expuesta por el diario “chiquito”, generó en la redacción de El Tribuno un gran revuelo, pues nadie imaginaba capaz al “Mataco” Arenas, apelativo con el que se lo conoce cariñosamente, de una jugada como la revelada por el diario de la competencia.
Cuenta que el día que salió publicado el affaire del hombre de Morillo, todos en la sala de redacción se rascaban el mentón imaginándose la reacción de su colega, reconocido casualmente por andar hurgándose la barba candado que cuida mucho mejor que la vieja agenda que suele llevar debajo del brazo.
“Y pensar que aquí no se paga ni el café y hasta pedía prestado para el colectivo”, contaron algunos de los periodistas de ese complejo, quienes hasta hace unas semanas cruzaban los dedos para que el periodista no sea designado jefe de redacción, cargo que los Romero buscan renovar.
La negativa de que Arenas no ocupe este cargo no sólo se debería a la incapacidad del cronista en cuestión, sino a que todos deberían escuchar de por vida las repetidas anécdotas del periodista de cuando entrevistó al embajador estadounidense, Terence Todman, la cual, para los escritores de ese taller intelectual, fue imposible de chequear. Las demás también.
Lo que sí recuerdan sus colegas es el triste papel que protagonizó este periodista cuando fue enviado a Tartagal, muy cerca de su tierra natal, a cubrir los piquetes de los trabajadores que su patrón, Juan Carlos Romero, mandaba a reprimir.
Dicen que sus crónicas de aquellos días, en los que incluso murió Aníbal Verón y hasta incendiaron la ciudad de Tartagal, eran tan dispares de la realidad que llevaron a los pobladores a quemar los diarios en plena ruta, acaso uno de los actos más vergonzosos de El Tribuno en su era oficialista.
Hoy, al conocerse este supuesto negociado del que Romero se habría valido para despojar a los salteños de más de 20 mil hectáreas, según se comenta en la redacción de Limache, explicaría no sólo la permanencia de este periodista sino también el reciente premio a la excelencia otorgado por la cobertura que el cronista hizo del juicio por la muerte del ex gobernador, Miguel Ragone.
Claro que el jurado que sopesó el concurso nunca se enteró de las acusaciones que se hicieron contra el ex juez federal, Ricardo Lona, entre otras cosas, pues El Tribuno, prácticamente las obvió de sus páginas, como así también la acusación por falso testimonio realizada en el debate contra el abogado, Raymundo Sosa.
Lo más triste, agregaron las fuentes, es la decepción que Arenas habría tenido al percatarse que su artículo de descargo, publicado en página impar en el diario de su empleador y benefactor, cosechó apenas tres comentarios en el sitio online de El Tribuno.
Uno de ellos, reproducido aquí, dice lo siguiente: “Che, bueno tampoco nos hagamos demasiados los ofendidos. La titularidad por posesión se adquiere SOBRE EL INMUEBLE EFECTIVAMENTE OCUPADO O TRABAJADO y no creo que esta familia haya OCUPADO Y TRABAJADO ¡¡¡¡¡1500 hectáreas!!, que es casi un pueblo entero. Deberían haberle dado sólo 10 o quince hectáreas. Por eso, me parece que la adjudicación no fue tan santa.”.
Lo que tampoco cayó bien en los lectores fue la actitud de colegiado que el jefe de redacción, pronto a ser desplazado, Francisco Sotelo adoptó al juzgar el artículo de Nuevo Diario, pues en su defensa acérrima calificó como acto de vileza la información publicada.
Su opinión, sin embargo, fue contundentemente respondida por uno de sus lectores, quien le recordó a Sotelo lo siguiente: “en cuanto a que nuevo diario es oficial no sé cómo Uds. los de El Tribuno pueden medir o establecer esa situación o tal vez lo hacen por experiencia propia porque cuando JCR fue gobernador todo el diario hablaba de las grandes y magnificas obras que hacía, lo que nunca decían es a quiénes beneficiaba y como siempre para todos los que comían torta todos los días junto con él, es como el camillero Ramos hoy es multimillonario y no te cuento cuantos de los que trabajaban con JCR hoy tienen un pasar de millonarios, claro todos los préstamos más beneficiosos solamente se otorgaban a la gama de amigos que hoy no le alcanza para poder ganar las elecciones.”
De todos los otros comentarios que El Tribuno cosechó en contra al tratar de defender este nuevo y supuesto negociado, el que más parece representar las razones de fondo es el siguiente: “Tribuno, estás nerviosho ???”.
Al respecto, cabe recordar que días antes de que Nuevo Diario revelará el regalo de Romero a la familia Arenas, el diario El Tribuno publicó un artículo a través del cual reveló la cesión de un crédito de 4 millones de pesos del gobierno provincial a la empresa editora del diario competidor, con lo cual y más allá de tildar de oficialista al emprendimiento de Néstor Gauna, lo que hicieron los Romero es evidenciar su temor a aquel slogan "ya conocés el chiquito, ahora vas a conocer al  grandote". 
Por Matilde Serrá Para El Senador salteño Juan Carlos Romero y un nuevo caso de estafa con tierras del estado: “Dime con quien te juntas y te diré de quién eres testaferro”

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revistas