Revista Cultura y Ocio

“El silencio de la ciudad blanca”, de Eva García Saénz de Urturi

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

Un asesino en serie anda suelto en Vitoria-Gasteiz

Cubierta de El silencio de la ciudad blanca

Cubierta de: El silencio de la ciudad blanca

El silencio de la ciudad blanca es la primera novela negra de la autora que tuvo su primer éxito con La saga de los longevos novela inicialmente autopublicada que le cambió la vida en 2012; nos cuenta que  “Cada vez que subía a Vitoria compraba todos los libros de historia de Álava, quería escribir algo de Vitoria y Alava, pensaba que sería otra novela histórica pero estaba un poco satura del género y últimamente lo que leía era novela negra. Un día se me ocurrió la idea de los cronocrimenes y así nació esta novela negra pero con poso histórico.”

Un asesino en serie corre por las calles de Vitoria. Actuó por primera vez hace veinte años, pero la reciente aparición de dos nuevos cadáveres ha hecho que vuelva a cundir el pánico en la ciudad de la Virgen Blanca. Sin embargo, el principal sospechoso, un arqueólogo aficionado a la televisión y al esoterismo, está en la cárcel y nadie sabe si ha conseguido un cómplice o si le ha salido un imitador. Con estos elementos compone Eva García Sáenz de Urturi un thriller policíaco que viene a sumarse a la renovación del género negro iniciada hace ya algunos años por Dolores Redondo con su Trilogía del Baztán.

Porque El silencio de la ciudad blanca también habla de crímenes, de ritos ancestrales y de leyendas vascas.

Ahora bien, Eva García Sáenz de Urturi da un paso más allá al convertir a un muerto –o al menos eso parece- en su narrador. Alguien ha disparado al inspector de policía Unai López de Ayala mientras investigaba el doble crimen del dolmen y, como estaba obcecado en impedir que nadie muriera, no se dio cuenta de que él sería la siguiente víctima. De ahí su sorpresa cuando descubre que le han descerrajado un tiro en la cabeza: Un policía nunca espera cerrar un caso siendo la última víctima del asesino en serie que tiene aterrorizada a la ciudad, pero la vida tiene formas muy creativas de jugártela.
Apenas un mes antes, en concreto el 24 de julio de 2016, el inspector Unai López de Ayala analizaba el escenario de un crimen que habría de traer los fantasmas del pasado a la ciudad. Los cadáveres de un chico y una chica habían aparecido en una de las criptas de la Catedral Vieja, y la posición en que los cuerpos se encontraban recordaba a los asesinatos cometidos en el pasado por Tasio Ortiz de Zárate, un arqueólogo que lleva veinte años en la cárcel por haber sido declarado responsable de una serie de crímenes rituales que tuvieron como escenario principal los lugares más emblemáticos de Vitoria: el dolmen de la Chabola de la Hechicera, el yacimiento celta de La Hoya, las Salinas romanas de Añana y la Muralla Medieval. En todos los casos se encontró a una pareja (siempre hombre y mujer, y en ocasiones niño y niña) estirados en el suelo, mirándose a los ojos, cada uno con una mano apoyada en la mejilla del otro, y con tres ‘eguzkilores’ (flores del sol, antiguamente usada como protección para evitar la entrada de seres malignos en las casas) rodeando sus cuerpos. Aquellos asesinatos conmocionaron a la población a mediados de los 90, pero también despertaron tanto morbo que incluso se crearon rutas turísticas para visitar los lugares de los crímenes. El propio Unai López de Ayala, en aquel tiempo un veinteañero, se sintió tan atraído por el caso que, ya entonces, decidió hacerse policía.

“Los primeros asesinatos eran una representación de la cronología de Álava. El dolmen de la Chabola de la Hechicera: Calcolítico, hace cinco mil años. Los bebés eran recién nacidos. Como si fueran las primeras edades del hombre, ¿captas el paralelismo? (…) Entonces ya sabes lo que está por venir. El poblado celtíbero de La Hoya, 1200 a. C. Niños de cinco años. El Valle Salado, siglo I a. C. Niños de diez años. La Muralla Medieval, siglo XI. Un niño de quince años y una joven de la misma edad”.

Y ahora, veinte años y cuatro meses después, el inspector Ayala no sólo recuerda aquella serie de asesinatos, sino que se hace cargo de la investigación de las nuevas parejas de cadáveres que están apareciendo por toda la ciudad, las cuales murieron a consecuencia de la picadura de una abeja introducida en sus bocas cuando todavía estaban vivas y fueron después colocados en la misma posición que las víctimas de antaño.

Con Eva García Sáenz de Urturi

Con Eva García Sáenz de Urturi

Pero Ayala no es el único protagonista de esta historia. Porque Tasio Ortiz de Zárate, el hombre al que encarcelaron por aquellos asesinatos, disfrutará de su primer permiso penitenciario dentro de unas semanas y, al parecer, también está preocupado por la aparición de estos nuevos cadáveres. De hecho, será él mismo quien solicite una entrevista con el inspector para ofrecer su ayuda. Según le confesará, él nunca mató a las ocho víctimas de la primera hornada de crímenes y ahora teme que la aparición de un imitador pueda provocar un rebrote del odio que la ciudadanía siente hacia su persona.
La aparición de nuevas parejas de cadáveres y la permanencia en prisión de Tasio harán que Unai Ayala se centre en el otro sospechoso principal: el hermano gemelo de Tasio, Ignacio Ortiz de Zárate, un ex inspector de policía que se hizo famoso cuando, muy a su pesar –o tal vez no-, tuvo que detener a su propio hermano por la autoría de aquellos asesinatos. La fama de la que gozaba Tasio al ser un presentador de un programa de televisión basado en la arqueología, la Historia y los crímenes saltó de un gemelo a otro, siendo a partir de entonces Ignacio quien gozaría del reconocimiento popular por haber resuelto el caso y por no haber dudado a la hora de arrestar a su hermano. Sin embargo, y según se va descubriendo a lo largo de la novela, no es oro todo lo que reluce en Ignacio, y Ayala se encargará de sacar a la palestra su interés por las menores de edad, sus jueguecitos de intercambio de personalidad con su hermano y sus otras maldades hasta la fecha silenciadas.
Pero Ignacio no es el único que despierta el interés del inspector. Porque, mientras Vitoria se convierte en un hervidero de rumores sobre el carácter esotérico e incluso satánico de los crímenes, aparecen otros personajes que encajan con el perfil del asesino: el padre de una de las víctimas, el misterioso director del rotativo El Diario Alavés, un herborista peligrosamente aficionado a los alucinógenos y a las leyendas tenebrosas, un hacker capaz de colarse en el sistema informático de la Policía, un experto en la iconografía medieval alavesa… Las declaraciones y confesiones de todos estos individuos irán dirigiendo al lector hacia un lugar al que tal vez no quiera acudir: la Álava oculta. Y es que, lenta pero firmemente, la investigación se irá escorando hacia los misterios de una provincia en la que el folklore y las creencias ancestrales siguen teniendo un peso notable entre la población, y las pistas parecerán indicar que, para resolver los pares de crímenes que se están volviendo a suceder, hay que remontarse a la historia más remota de la ciudad, en este caso representada en la iconografía del triángulo representado por la ermita de San Vicentejo y las iglesias de Burgondo y Ochate, y ejemplificada en los oficios celebrados en las cuevas de Zugarramurdi cuatro siglos atrás, entre muchos otros lugares.

Así las cosas, Eva García Sáenz de Urturi no se ha conformado con narrar las pesquisas de un inspector de policía que lucha por mantener la paz en la Vitoria actual, sino que además se ha atrevido a dar un salto al pasado, concretamente a 1969, para contar la historia de Blanca Díaz de Antoñana y de Álvaro Urbina. La primera es la esposa maltratada del poderoso industrial Javier Ortiz de Zárate, y el segundo es un médico que ha tenido que luchar con uñas y dientes para ascender socialmente. Juntos viven un romance a espaldas del marido y, fruto de esta relación, nacerán tres niños (trillizos), uno de los cuales será tan pelirrojo como el doctor. Temeroso de que Javier monte en cólera y mate a su esposa por infiel, Álvaro Urbina decidirá llevarse al niño y darlo en adopción (ilegal) antes de que estalle el escándalo. Años después, cuando el inspector Ayala investigue la segunda oleada de crímenes acaecida en Vitoria, tendrá que averiguar qué fue de aquel niño pelirrojo que convierte a los gemelos Ortiz de Zárate en trillizos.

Eva García Sáenz de Urturi ha escrito un thriller policíaco-esotérico que no sólo rinde homenaje a clásicos del género como El silencio de los corderos de Thomas Harris, con el que comparte la idea del asesino de gran inteligencia ayudando a un inspector policía desde la cárcel, sino también a las series de televisión que han renovado la ficción policíaca, y en especial a True Detective, de Nick Pizzolatto, con la que comparte el universo esotérico y mitológico vinculado al mundo del crimen. Sin olvidar el interés que pone la autora en denunciar la violencia de género y la adopción ilegal de niños en la España de la década de los 70.

En definitiva, una novela trepidante que se lee de una sentada y que convierte Vitoria en el epicentro de los crímenes contemporáneos.

Lee el primer capítulo.

Eva García Sáenz de Urturi

Eva García Sáenz de Urturi

La autora:
Eva García Sáenz de Urturi (Vitoria). Titulada en Optometría, ocupó diversos puestos de dirección en el sector óptico y posteriormente desarrolló su carrera profesional en la Universidad de Alicante.
En 2012 su novela La saga de los longevos se convierte en un fenómeno de ventas y se traduce al inglés con gran éxito en Estados Unidos y Gran Bretaña. En 2014 publica Los hijos de Adán, esperada segunda parte de La saga de los longevos; y la novela histórica Pasaje a Tahití. Sus tres novelas han sido número uno en digital a nivel nacional. Es jurado habitual en concursos literarios y colabora en la Cadena Ser. Su curso de Marketing On-line para Escritores es uno de los mejor valorados. Conferenciante y formadora experta en escritura creativa, imparte numerosas ponencias de literatura y social media. Es una de las escritoras nacionales con más seguidores en la red.

El libro:
El silencio de la ciudad blanca ha sido publicado por la Editorial Planeta en su Colección Autores Españoles e Iberoamericanos. Encuadernado en tapa dura con sobrecubierta, tiene 480 páginas.

Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.

Como complemento pongo el booktrailer de El silencio de la ciudad blanca de Eva García Sáenz de Urturi.

Para saber más:
http://www.evagarciasaenz.com/


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