Revista Cine

El Sorprendente Hombre Araña 2 y sus ineptos villanos

Por Cinéfilo Criticón @cinefilocritic

Esta era la oportunidad de destruir las cadenas del pasado que atrapaban a esta nueva versión. Ya no más caminar en un sendero de minas, en donde el único objetivo era evitar el plagio de ideas de un predecesor que con todo y errores lanzó un hombre vestido en pijamas al estrellato. Todo lo construido en la anterior película podría rendir frutos al aprovechar la existencia de Gwen Stacy como romance potencial del buen Parker, además de la posibilidad de más aventuras al descubrir los motivos de la desaparición de unos padres desnaturalizados que abandonaron al héroe en su infancia. Este era su momento de brillar y por más intentos de lograrlo lo que tenemos es otra película que destruye lo hecho anteriormente y se encarga de plantar semillas para el futuro.

Admito que he sido demasiado crítico con esta araña que a pesar de todo intenta competir con todos lo héroes que invaden la pantalla. Y lo seguiré haciendo porque no tienen excusas para hacer este tipo de película malabarista que intenta hacer tanto en tan poco tiempo, y lo digo en tono sarcástico, porque dura poco más de dos horas. El guión de Alex Kurtzman, Roberto Orci y Jeff Pinkner es un cobija fabricada de parches que entre más lejos se logra ver, es mejor. En pocas palabras es un desmadre de oportunidades desperdiciadas que sería aún peor si no fuera por el esfuerzo del director Marc Webb .

Tia-May-y-Parker

Empezamos por la conclusión a los puntos narrativos establecidos por la primera película, el primero de ellos el destino final de los padres de Parker. Si alguien tenía interés de conocer las circunstancias de su desaparición, entonces son de la minoría. Al menos que sea motivo de conflicto o que provoque algo sustancial en el personaje principal, esto es relleno. Y eso es prácticamente lo que sucede. Solo gastaron dinero a lo estúpido en efectos visuales de un avión digital y en una escenografía de una estación de tren subterráneo. Mejor se lo hubieran reservado para un video de diez minutos en You Tube que ayude a concluir ese misterio y a lo que sigue. Pero a cambio toda esta trama no tiene mayor consecuencia que la de darle trabajo a la nueva tía May (Sally Field) en una escena dramática para que llore sobre cuando fue el FBI a su casa, y resaltar que Oscorp es malo… malo… malo.

El otro punto pendiente es el romance entre Gwen Stacy (Emma Stone) y Peter Parker (Andrew Garfield) en lo que se puede catalogar como un desfile de escenas forzadas en donde un par de jóvenes actores hacen lo que pueden con un libreto que no da para mucho. Estos dos nerds están como Doña Florida y el Profesor Girafales en un constante loop en donde cada escena es una copia de la anterior: se miran,sonríen, Peter le cuenta los problemas, Gwen le dice que no más, sonríen más y fin. Mezclar en el orden que deseen y empezar de nuevo. El pobre director Marc Webb por más que se esfuerza en hacer algo romántico con estos dos, nunca logran ni encender un cerillo. Para lo único que sirvieron estas escenas fue para que se levantaran del asiento los niños menores de cinco años y comenzarán a correr por la sala de cine. Tampoco culpo al los actores que ciegamente ponen todo de su parte para brindar energía, buena vibra y hasta alegría en sus rostros ante lo absurdo de sus situaciones.

RHINO

Esta bien, debo de admitir que Alex Kurtzman, Roberto Orci y Jeff Pinkner se vieron forzados a terminar lo establecido en la primera película y de la cual ellos no tuvieron nada que ver. Se nota claramente que su fuerte no son las conclusiones y su ineptitud se ve en pantalla con su filosofía de explosiones es igual a emoción y que usaron para resolver la saga de los Parker y en cierta forma el romance Stacy-Parker. La película tiene  esa cualidad dual entre la obligación de terminar lo impuesto por la primera película y la visión a futuro que tiene el dúo Kurtzman-Orci.

Su objetivo de lograr escenas de acción llena de efectos visuales se ve plasmado en su terquedad de utilizar tres villanos al mismo tiempo. Es así que tenemos el bueno, el malo y el feo. El feo es Rhino (Paul Giamatti) en su faceta de payaso ruso; seguimos con el malo de Electro (Jamie Foxx) y sus cualidades infantiles que lo hacen suceptible a cualquier manupulación; y terminamos con el bueno de Harry Osborn (Dane DeHaan) quien debió ser el único verdadero villano.

Hombre-arana--Electro

Lo que han hecho de Oscorp es una maquiladora de villanos y eso no lo cuestiono, hasta se me hace inteligente y necesario el contener este universo en una entidad que proporcione ese requisito que alimente a las secuelas. Lo que me molesta es su falta de cuidado en crear personajes con motivaciones, personalidades y objetivos interesantes. Entre mejor este desarrollado ese aspecto, mayor es la recompensa y eso lo hemos visto en otras películas de cómic. Tristemente de los tres villanos, solo Harry Osborn se salva y eso en parte al actor Dane DeHaan que transmite una intensidad al personaje que no te queda otra más que prestar atención. Además de que James Franco fue un pésimo Osborn.

El supuesto villano principal de Electro solo funciona como excusa para efectos visuales, porque como personaje es un asco lo que hacen. Entiendo que la película se enfoca a un público infantil, pero no es para tratarnos como idiotas. Solo porque lo muerden anguilas marinas de repente tiene sentimiento de irá, venganza y destrucción de una ciudad. Todo ese rollo de que nadie lo toma en cuenta, que es el invisible y que es fan de la araña es de lo más reciclado que pueda existir. Puedo perdonar la materialización de ropa interior, trajes y aparatos en su rostro; pero el que nos ofrezcan una excusa tan absurda para hacer a Max un villano es producto de la holgazanería y de lo sobre valorados que están Kurtzman-Orci. Ya después de la escena en Time Square lo desechan un largo rato para resurgir hasta al final en la batalla plagada de efectos visuales que justifiquen el 3D.

Hombre-Arana-y-nino

Estoy feliz por el director Marc Webb que ya no tiene que regresar a rescatar a esta araña en la tercera parte. No creía que podía con una producción de esta magnitud, más sin embargo, fue él quien hizo tolerable una película que sirve de transición para el orgasmo de luz y sonido que ha de venir. Su variedad de ángulos de cámara, capacidad de enmarcar la acción y esa secuencia en donde la araña salva a tres personas a la vez; son de lo mejor que he visto de esta franquicia. Lastima que al adquirir experiencia, haya perdido su toque en las relaciones románticas.  Espero que en su próximo proyecto logre hacer lo que le gusta y no esta piedra pesada en donde todo lo que tiene que ver con aparatos electrónicos es marca SONY.

No se que es lo que será de la araña en su secuela sin un buen director al mando. Lo más seguro es que elijan a un experto de acción al estilo de Michael Bay que vaya más acorde a las burradas de Kurtzman-Orci y cualquier otro ingenuo que busque embarrar su nombre en el libreto. Me gustan las ideas que proponen, pero no la forma tan inepta en como las llevan a cabo. Desperdiciaron a Electro y Rhino de la peor forma, no tienen ni idea a donde llevar el personaje del Hombre Araña, no hay consecuencias a un evento que debió de haber sido traumático y lo peor es que todo lo solucionan con videos visto por computadora. Si señores, no es necesario ir a terapia, búsquese un video de su ser querido fallecido, haga a un lado a ese niño vestido de superhéroe y recupere su estabilidad emocional luchando con un Rinoceronte de acero.

No suficiente con luchar el Hombre Araña con Rhino, Harry o Electro, ahora también tiene que combatir las fuerzas del mal ocultas detrás de cámaras y personificadas por sus ineptos guionistas.


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