Revista Psicología

El suero de la verdad o las drogas ‘sin conciencia’

Por Redespress60

A lo largo de la historia, en especial durante la guerra, se ha tratado de descubrir una droga capaz de hacer que las personas no puedan mentir durante un interrogatorio, algo así como un suero de la verdad. En el cine, la literatura y la cultura pop, el suero de la verdad es un producto recurrentemente utilizado. Casi en todas esas escenas usan tiopental sódico ...

El suero de la verdad o las drogas ‘sin conciencia’

El desarrollo de nuevas drogas, que permitan tener un efecto en el paciente, requiere un proceso muy largo que empieza por una sustancia activa. Las culturas mesoamericanas tenían un amplio conocimiento de la herbolaria, sabían que plantas curaban y cuáles envenenaban. Y en Europa, un hecho muy difundido fue que la planta Digitalis purpurea tenía efectos cardiovasculares, pero no fue hasta muchos años después que se logró una síntesis de la molécula que logra esos efectos: la digoxina.

Los barbitúricos

Los barbitúricos son una clase de fármacos que se han utilizado históricamente como sedantes y anestésicos. Estos fármacos se formulan en una base de ácido barbitúrico, que actúa sobre el sistema nervioso central. Los barbitúricos pueden tener un efecto sedante, por lo que fueron históricamente utilizados para tratar la ansiedad y el insomnio. Así como su efecto depresivo en el sistema nervioso central parece ayudar con el control de las convulsiones. Causan una relajación de las inhibiciones y pueden tener un efecto anestésico.

Un problema serio con los barbitúricos es que deprimen el sistema nervioso central y también disminuyen tasa de respiración y el corazón. En dosis altas puede causar que alguien muera y las sobredosis son una causa de preocupación entre los proveedores de servicios médicos. Ejemplos de barbitúricos incluyen pentotal de sodio, fenobarbital y secobarbital. Y para hablar de un suero de la verdad, en particular del tiopental sódico, tenemos que hacer referencia precisamente a éste grupo de medicamentos llamados barbitúricos.

El suero de la verdad o las drogas ‘sin conciencia’Fueron desarrollados alrededor de 1864, por el investigador alemán Adolf Von Baeyer después de combinar el ácido malónico y urea en una reacción de condensación. Al sintetizarlos, logró la malonilurea, una mezcla de urea -un producto de la degradación de las proteínas con el ácido malónico que se obtiene de las manzanas, quizás de ahí sale la superstición del fruto de la bruja de Blancanieves, pero esa es otra columna.

La cuestión es que el nombre no le gustaba y cuenta la leyenda que lo más probable es que Von Baeyer y sus colegas, fueran a celebrar su descubrimiento en una taberna en la guarnición de artillería de la ciudad en la que celebran a Santa Bárbara, la patrona de las profesiones que hacen uso de los explosivos. También ganó el premio Nobel de Química en 1905, por el desarrollo de la química orgánica mediante los colorantes químicos.

Pero volviendo a la malonilurea: se trata de una molécula que induce el sueño, tiene un efecto tranquilizante en enfermos psiquiátricos violentos, por ejemplo. El auge de estas moléculas fue tal, que se llegaron a sintetizar unos 2500 diferentes compuestos, pero sólo cincuenta se lanzaron al mercado con nombres como goofballs, luminal, nembutal, red devils, yellow jackets, pink ladies y muchos más.

El suero de la verdad

El narcoanálisis o administración de fármacos narcóticos durante un interrogatorio es una técnica que fue empleada en criminalística a lo largo del siglo pasado, si bien generó un amplio excepticismo desde sus inicios y hoy en día está vetada en la mayoría de países democráticos.

El suero de la verdad se trata en realidad de toda aquella droga utilizada en los interrogatorios, sobre todo barbitúricos -tiopental sódico- y la escopolamina. El primero en descubrir su efecto fue el Dr. Robert House, un ginecólogo que observó como algunos de los anestésicos que usaba durante los partos desataban la lengua de sus pacientes. En su favor diremos que el buen doctor solo quería que se utilizase para probar la inocencia de acusados, de manera que si estos admitían que eran inocentes bajo los efectos de la droga, esto se podría usar como argumento en el juicio.

La frase " Suero de la verdad" apareció por primera vez en un informe de prensa del experimento del Dr. Robert House en Los Angeles Record durante 1922. House publicó unos once artículos sobre la escopolamina entre 1921 y 1929.

Pero el descubrimiento cayó en saco roto hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando los médicos pensaron que serían una buena manera de mejorar la amnesia o la afasia (trastornos del habla) de los soldados lesionados durante la batalla. Como tratamiento no hay noticias de que funcionara especialmente, pero debía dar una sensación de bienestar bastante reconfortante. Cuando acabó la Guerra, algunos de estos médicos militares, ya familiarizados con estas drogas, se especializaron en psiquiatría donde se extendió su uso, tanto para hacer hablar a pacientes con mutismo como para las sesiones de psicoanálisis. Pero otros decidieron trabajar como consultores para la policía y el empleo de estos fármacos dejó de ser en beneficio del paciente cuando estas técnicas llegaron a manos de la CIA, el FBI o el KGB.

'El suero de la verdad' ha sido utilizado por la Agencia Central de Inteligencia como se ve en los manuales de interrogatorio del Ejército de Estados Unidos y de la CIA, desclasificados por el Pentágono en 1996. En 1963 la Corte Suprema de Estados Unidos resolvió que las confesiones se producen como consecuencia de la ingestión de suero de la verdad eran 'inconstitucionalmente coaccionadas' y por lo tanto inadmisibles.

El suero de la verdad o las drogas ‘sin conciencia’

Las dosis

Regresando al Tiopental, se trata de un barbitúrico de acción ultracorta. Se ha utilizado comúnmente en la fase de inducción de la anestesia general. Después de la inyección intravenosa, la droga llega rápidamente al cerebro y causa pérdida del conocimiento dentro de 30-45 segundos. En un minuto, el fármaco alcanza un pico de concentración de aproximadamente 60% de la dosis total en el cerebro. A continuación, el fármaco se distribuye al resto del cuerpo, y en unos 5-10 minutos la concentración es lo suficientemente baja en el cerebro. En la medicina veterinaria, tiopental sódico se utiliza para inducir la anestesia en animales.

La nada ética utilización de la droga de la verdad está clasificada como forma de tortura de acuerdo al Derecho internacional, sin embargo, es adecuada y productivamente utilizada en la evaluación de pacientes psicóticos en la práctica de la psiquiatría, aplicación que fue documentada inicialmente por el doctor William Bleckwenn en 1930 y aún se utiliza en circunstancias específicas.

El Dr William Bleckwennfue un psiquiatra destacado por sus estudios sobre el Tiopental y su empleo para tranquilizar a pacientes esquizofrénicos especialmente violentos, también descubrió que el Amital sódico intravenoso - Amobarbital-, era eficaz en la producción de un 'intervalo lúcido' en pacientes catatónicos en estado de incapacidad para comunicarse con el exterior, y que tras tratarlos con Amobarbital podían conversar normalmente, responder a las preguntas correctamente y moverse con más agilidad.

El Dr. Bleckwenn publicó sus estudios por ahí de 1930 en prestigiosas revistas como Wisconsin Medical Journal, Journal of the American Medical Association y Archives of Neurology & Psychiatry. Bleckwenn hizo una carrera militar en sus investigaciones sobre lo que denominó "narcoanálisis" o "narcosíntesis", método de tratamiento de neurosis especiales producidas por un trauma psíquico muy intenso y que consistía en hacer revivir la situación traumática a través del análisis psiquiátrico o psicológico, realizado tras la inyección de un barbitúrico con el objetivo de adormecer ligeramente al paciente.

El suero de la verdad o las drogas ‘sin conciencia’

Muchos de los relatos de pacientes tratados con 'suero de la verdad', salen de la fantasía que puede provocar un barbitúrico, por lo que es difícil extraer que secciones son ciertas o cuales corresponden a delirios.

Si alguien se niega a decir algo, es mucho más probable sacarle la verdad cuando está bajo el efecto del Tiopentato de sodio, pero también que exagere hechos o, simplemente, construya una historia ficticia.


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