El talento individual mejora los resultados de Team Building

No me cabe la menor duda que la hegemonía que puede ejercer la potencialidad del talento innato desarrollado a través de infinidad de procesos creativos de cada individuo es y será fuente inagotable de retroalimentación tanto para el propio individuo como para el equipo del que es miembro. Lo que hace grande y único a un equipo y por tanto le califica de Team Building es la exigencia de cada uno/a de sus miembros explotando al máximo sus capacidades creativas al servicio del objetivo común.
Cualquier equipo de trabajo es definido por la exigencia y dedicación en la entrega de las diferentes acciones en las que se involucran todos los miembros del equipo al servicio del objetivo común, desde el/la lider trabajando como uno/a mas y dando siempre ejemplo, hasta la última persona incorporada al elenco. Absolutamente todos son imprescindibles dada su capacidad, valía y experiencia que han de ser demostradas día a día, en caso contrario optarán por emprender otros vuelos. Es decir un equipo de alto rendimiento o Team Building lo define la acción, la determinación y el deseo de sus integrantes de poder generar belleza dentro y fuera de su comunidad desde el diálogo y la escucha activa con sus clientes en cada punto de encuentro a través de crear un Valor Emocional que está totalmente ligado al Valor Funcional generado por el equipo y que es bueno, tanto para la empresa o marca como para los consumidores directos e indirectos.
De crear belleza en todo lo que toca y transmitirla para ser vivida y experienciada a través de un Valor Funcional que siempre irá acorde a la sociedad cambiante en que da su servicio, saben y mucho cualquier equipo artistíco, plenamente conscientes de que el arte es la mejor herramienta de la que se dispone para poder transmitir mensajes con absoluta coherencia y hacer posible la transformación del cáos al orden, la transformación de conflictos en conflictos creativos, obteniendo un retorno en fans desde clientes más o menos comprometidos.
Los equipos artísticos saben a la perfección que las vanidades no hacen buenas relaciones, menos aún cuando el/la director/a creativo/a es quien hace alarde de este tipo de actitudes, antes o después el proyecto artístico caerá por no resolución del conflicto ya que prima el "brillo" del/la lider. Siendo así, los resultados son nefastos pues en el mundo artístico como en el empresarial existen demasiadas vanidades y la supuesta fama y glamour son  expertos camaleones del disfraz que dibujan una y otra vez de aparente amistad lo que solo es puro y duro interés. El protagonismo como objetivo final trae ausencia de diálogo, falta de escucha y un hermetismo en nuestro mundo irreal del que fácilmente somos alienados. 
Las empresas de este país tienen en los equipos artísticos un maravilloso ejemplo de cómo generar fans y no sólo clientes de muchas idas y pocas vueltas, porque ya les va tocando cada vez de forma urgentísima tomar consciencia de que a través de engaños publicitarios y mentiras en los puntos de encuentro, en donde se quiere hacer creer que la realidad ha cambiado, cuando la evidencia del abaratamiento de costes para seguir captando clientes pone de manifiesto que la sociedad de consumo ahora si exige, si reclama y toma sus decisiones.
El tejido empresarial por tanto si decide seguir sin prestar atención ni a empleados ni a consumidores, sencillamente las pequeñas y medianas poco a poco están desapareciendo y las grandes internamente agonizan por la pérdida continuada de consumo. Evitar esto es sencillo y de tan sencillo da miedo, consiste en empezar a asumir como propios los errores y en tomar consciencia de que la mentira siempre es descubierta. Y sino lo creen que desmenucen cualquier proyecto artístico para ver la realidad que niegan.