Revista Comunicación

El tamaño no importa

Publicado el 28 marzo 2011 por Davidsoler @dsoler

El otro día caí en un post de hace unos meses en el que, entre otras cosas, se comentaba que de poco sirve que un Community Manager se dedique a invitar a todos sus amigos a las Páginas de sus clientes que gestiona. No puedo estar más de acuerdo y lo veo todos los días.

Uno de los pilares del Social Media Marketing es la creación de comunidades alrededor de una marca, tema o causa.

Pero si te dedicas a “meter” con calzador a gente en tu Página, en tu grupo, te pones a seguir a cientos o miles de personas por aquello de que queda muy bien un número grande te estás equivocando del todo. Es posible que tu cliente, o tu mismo, estéis muy contentos al principio pero piensa un poco ¿Para qué has armado una comunidad? ¿Qué pretendes que pase? ¿Sigues pensado que necesitas una lista de distribución muy grande porque todo es estadístico y a mayor cantidad mejor?

Si lo piensas con detenimiento lo que te interesa es que tu comunidad interactúe contigo y entre ellos mismos. Te interesa que la gente mueva tus contenidos y mensajes y recomiende la comunidad porque en el fondo recomienda la marca. Y eso solo lo consigues con el engagement (el compromiso voluntario que la comunidad adquiere con la marca/profesional/persona), si perciben que hay algo entre ellos y la marca o si hay algo que ganar (no solo en términos monetarios). Y para que eso ocurra lo primero es que la comunidad esté formada por gente que tiene un interés real en lo que ofreces.  O que pueda llegar a tenerlo. De nada te va servir meter a tus contactos y amigos si entre sus intereses no está el de la comunidad que gestionas.

Por supuesto puedes usar tu red de contactos pero seleccionando en ella aquellos que son target de lo que ofreces. Es un camino mucho más lento, da más trabajo, hay que ser constante pero la comunidad crece de forma más robusta y a la larga es mejor.

Si tuviera que recomendar como construir una comunidad te aconsejaría:

  1. Empieza buscando en tu propia red de contactos si hay personas que puedan ser target.
  2. Comunica que tu comunidad existe. Mediante anuncios en Facebook (si has creado una página) o GAdwords o métodos similares. Utilizando la barra de estado de tus perfiles sociales y mostrando íconos de tu comunidad en todos tus sitios online. Además de escribir de ello en tu blog, claro. La familia y amigos próximos también son los primeros que pueden ayudar a moverla.
  3. Ofrece a tu comunidad contenidos de valor, que le interesen, que les motiven a participar. Puedes hacer ofertas especiales (si vendes un producto o un servicio).
  4. Si es una página corporativa motiva a tus empleados a compartirla también con sus contactos o en sus estados.
  5. Deja que la gente se una voluntariamente a la página. Ya verás cómo serán los propios miembros de la comunidad los que empezarán a recomendarla, directa o indirectamente.

¡Que tengáis una feliz semana!

 


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