Asociado a este excesivo consumo de sal está el insuficiente consumo de potasio: menor de 3,5 gramos. El potasio actúa contrarrestando los efectos del sodio en el organismo. El sodio y el potasio son los encargados del mantenimiento hídrico celular, de mantener el equilibrio de iones entre el interior y el exterior de las membranas celulares. Son necesarios para la transmisión de los impulsos nerviosos, para la contracción muscular y para el mantenimiento de un ritmo cardíaco adecuado. Por ello la proporción sodio/potasio es vital para nuestro organismo.
El potasio se encuentra en las algas, las legumbres las frutas secas (orejones, pasas, ciruelas), las frutas (plátano, aguacate) y verduras crudas sobre todo. Como el potasio es soluble en agua se recomienda cocer las verduras al vapor. La mayor parte de los minerales son igualmente solubles por lo que se pierden en el agua de cocción, por lo que es preferible preparar las verduras en ollas rápidas que utilizan menos agua y cuecen más ràpidamente.
Una reducción del consumo de sal acompañado de un incremento de potasio es una recomendación que debería convertirse en un hábito muy saludable.Tenéis más recomendaciones relacionadas con este tema en el siguiente enlace: Reducir el consumo de sal: una cuestión de salud
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