El tercer spin-off de Radiohead. Philip Selway, al aparato.

Spin-off. Dícese de un proyecto nacido como extensión de otro anterior, o, más aún, de una empresa nacida a partir de otra mediante la separación de una división subsidiaria o departamento de la empresa para convertirse en una empresa por sí misma.
Hay que ver. Si nos hablan de un spin-off todos pensamos en mierdas como Joey. O no. Pero resulta que el término es perfectamente aplicable a otros ámbitos de la vida como, por supuesto, la música. Desde cada beatle en solitario, hasta el Eddie Vedder fuera de Pearl Jam, pasando por Jack White, que tiene más proyectos paralelos que dedos en la mano, ha habido spin-offs musicales de todos los colores.
Radiohead, probablemente la banda más influyente de los últimos 15 años, también nos ha brindado varios. Primero, fue Jonny Greenwood y, luego, su líder y vocalista, Thom Yorke. Ahora es el turno de su batería, Phil Selway.
Ante todo, debo reconocer que Familial me ha pillado desarmado. Ni huele a Radiohead, ni las baterías son protagonistas y ni es un disco de rock o pop, sino más bien de folk. Primer paso: se ha librado de las etiquetas fáciles. Bien. Segundo paso: el buen gusto. Sin duda estamos ante alguien con un oído exquisito, que ha sabido adornar canciones correctas con arreglos elegantes y sobrios, como una niña mona que aparenta ser pija por saber escoger la ropa de Zara.
Tercer paso: sorprender. Ahí claudica, porque sus construcciones son clásicas y absolutamente académicas. Pero ¿qué importa eso? A ciertas edades, marcianadas, las justas. Si me dan un By some miracle, un Falling o un (maravilloso) All eyes on you, me los meriendo sin protestar oiga.
No puedes escucharlo en Spotify, pero anda en los mercados habituales. El vídeo, simplemente perturbador.