Revista Infancia

El Tiempo en la Filosofía Montessori

Por Babytribu @babytribu

El Tiempo en la Filosofía Montessori: Niñ@s que “Terminan actividades”

Por Mayte González

Hace tiempo me apetecía compartir, con todas la familias que nos seguís, un aspecto esencial para ayudaros a aplicar la Filosofía Montessori en vuestros hogares. Se trata de un concepto muy sencillo a priori y al mismo tiempo fundamental si queremos comenzar a criar a nuestros hijos bajo esta Filosofía de Vida.

Se trata del concepto del TIEMPO.

En los Cursos Online Montessori Primera Infancia: Aprender y Jugar en Casa que ofrecemos en la Escuela Babytribu muchas familias compartís conmigo vuestras inquietudes y dudas a la hora de aplicar por primera vez esta metodología con niños menores de 3 años. Casi todas coincidís en comentar algunas situaciones complicadas relacionadas con la conducta, la concentración o la comunicación debido a las edades tan tempranas que manejamos.

Os animo, con la lectura de este sencillo artículo, a que antes de lanzaros a la compra de materiales y modificaciones en el hogar para crear ese “Ambiente Preparado” tan necesario para el desarrollo del niño, reflexionéis sobre este aspecto.

El tiempo es un concepto que el adulto domina y que solemos tener repartido y seleccionado para realizar una serie de tareas a lo largo del día. Sabemos que entramos a trabajar a las 9:00h y salimos a las 17:00h y que en esas 8 horas tenemos que hacer según que cosas, empezarlas y terminarlas (o posponerlas para otro momento). Al ser consientes del tiempo somos capaces de distribuir el trabajo sabiendo cuando empezamos, pero lo más importante… Sabiendo cuando terminamos.

reloj tiempo

En el mundo del niño esto no es así, el niño sabe cuando empieza pero no cuando termina y aquí es cuando debemos cambiar la perspectiva de adulto y entender al niño y su concepto del tiempo.

Imaginar que no tenéis la opción de apreciar el paso del tiempo y comenzáis con ilusión y motivación una actividad. Por ejemplo vamos a cocinar; vamos a preparar un delicioso plato de pasta!!!

Elegimos el tipo de pasta, elegimos los ingredientes para la salsa, ponemos el agua a hervir, mientras cortamos la cebolla, la albahaca y las zanahorias. Estamos concentrados, disfrutando de una actividad que además hemos elegido nosotros mismos lo que significa que nos apetecía hacerla!!

Ponemos la pasta en el agua y en una sartén sofreímos el resto de ingredientes, todo va perfecto…. Y que bien huele!!!

Pero de pronto alguien viene, nos coge en brazos y nos lleva a otra habitación, nos pone el abrigo y nos lleva al parque, así sin preguntar, sin fijarse en como estaba disfrutando de mi actividad, en como el maravilloso Estado de Flow (estado de concentración plena) se estaba apoderando de mi, sin haber podido terminar mi plato…. Qué se me va a quemar el sofrito!!

Por un segundo poneros en el lugar de esos niños que, de forma sistemática, ven interrumpida su actividad ya que no conocen cuanto tiempo tienen para realizarla.

Ese corte constante de actividad, esa interrupción de la concentración que está dando respuesta a unos intereses intrínsecos del niño, genera un sentimiento de frustración y de intranquilidad debido a que les trasmitimos que su actividad, su juego o su trabajo puede ser finiquitado en cualquier momento sin previo aviso.

En nuestra agenda teníamos planeado ir al parque de 17:30h a 18:30h y por supuesto que es una actividad fundamental para el desarrollo del niño, pero observemos si nuestro hijo ha empezado otra actividad y vamos a plantearnos si debemos ponerle fin.

El establecimiento de rutinas ayuda mucho a los niños a organizarse en el tiempo, pero siempre respetando sus intereses y siendo flexibles si es en su beneficio no creéis??

Este sencillo echo de observación y respeto hacia el niño elimina muchas de las denominadas rabietas. Imaginar a ese niño demostrando su disconformidad con lo sucedido de la única manera que puede, llorando, mientras le ponen el abrigo para salir al parque…  no os ha pasado alguna vez?? Y no entendemos que le sucede, si vamos al parque que le encanta!!

En un ambiente Montessori el respeto sobre los tiempos del niño es esencial por lo que de nuevo os animo a plantearos este echo y una vez meditado seguro que organizáis mejor el Ambiente Preparado y la elección de materiales.

Un niño con tiempo es un niño satisfecho, tranquilo, participativo, que desarrolla su capacidad de concentración y de análisis.

Os he puesto un ejemplo que puede asemejarse a una actividad relacionada con el juego simbólico, pero también es válido observar a ese bebé que mira fijamente una sombra en la pared o que juega con un sonajero o se concentra con unas sencillas construcciones. Todos necesitan su tiempo, todos están inmersos en una actividad a la que ellos mismos pondrán fin cuando estimen oportuno.

Otra de las consultas que me trasmitís es que en algunos casos las actividades que les planteáis a vuestros hijos duran muy poco y en seguida el niño las deja de hacer o las termina como puede ser un sencillo trasvase o una actividad con pinzas. Pues el corto periodo de tiempo invertido también es válido, respetable y necesario.

Si el pequeño ha dado por finalizada la actividad no generemos en él una duda con frases como “ya? Qué rápido” que trasmiten inseguridad… lo bonito está en la finalización de la tarea y la satisfacción que eso conlleva.

Los niños y niñas Montessori son niños y niñas con Tiempo para terminar sus actividades…. y eso es algo muy hermoso.


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