Revista Infancia

El tiempo para los niños de Infantil

Por Poqui

"Dentro de cinco minutos, nos vamos" le dijo el padre a la niña de 3 años mientras recogía sus juguetes.
Realmente, la niña entendió que debía hacerlo más rápido, pero a ciencia cierta no sabía a lo que su padre se refería, qué significaban esos cinco minutos ni cuánto tiempo es eso, mucho o poco. Seguramente, se basó en el tono del padre para entender que no debía tardar mucho en recoger.
Los niños de Infantil, hasta el final del segundo ciclo no comienzan a conocer la duración del tiempo.
Hasta ese momento, éste es una sucesión de acontecimientos, uno detrás de otro.
El tiempo es un concepto muy abstracto para los niños puesto que es algo que no pueden conocer a través de los sentidos: no se ve, no se toca, no se oye... Teniendo en cuenta esto, os  algunas recomendaciones, tanto si sois padres como si sois profesionales de la educación, para acercarles a las nociones temporales:
  1. Día-noche: Desde que el niño nace, aunque tengamos que seguir sus ritmos, sobre todo al principio, debemos hacer diferenciación entre la noche y el día. Por el día hay más ruido, luz,... y por la noche la oscuridad y el silencio. Esto es fundamental cuando queremos que los niños sigan un ciclo de sueño correcto.
  2. El calendario: Tanto su presencia en casa como en el aula, les puede ayudar a ver cómo los días pasan. Podemos tacharlos, utilizar algún personaje para ir moviéndolo de día en día. Al apuntar los cumpleaños de los compañeros, de la familia, serán conscientes de cómo pasa el tiempo y trabajaremos " la espera" ante los acontecimientos, algo que les servirá para toda la vida (posiblemente realice un post sobre esto)
  3. Ayer-hoy-mañana: Cuando hablamos con un niño de infantil podemos comprobar cómo suelen confundir estos conceptos y cómo les cuesta dar con el tiempo verbal correcto. "Ayer me he ido al médico", "mañana vine al cole"... Nosotros debemos, sin corregirlos directamente, darles la opción correcta. "Ahh que ayer fuiste al médico" "¿mañana vas a venir al cole?" Los niños ven al principio la sucesión de los días como "un todo" en el que van acontenciendo una serie de rutinas. Jugar con ellos a  comentar ¿qué hiciste ayer? ¿ qué has hecho hoy? y ¿qué te gustaría hacer mañana? puede ayudarlos. Si nos apoyamos en dibujos o pictogramas  será mucho más significativo para ellos.
  4. Antes-después. Muchos maestros y educadores seguro que han utilizado las secuencias temporales. Son imágenes de situaciones como el crecimiento de una planta desde la semilla, las escenas principales de un cuento... las cuales los niños deben ordenarlas en función de cómo van sucediendo los acontecimientos, en definitiva, qué ha ocurrido antes y qué ha ocurrido después.
  5. Las rutinas: Aunque a lo largo de nuestra vida son importantes porque establecen el orden en nuestra vida, en la etapa de Educación Infantil son imprescindibles. He observado cambios en la conducta, el sueño... de los niños, sólo modificando el orden de algunas rutinas o estableciéndolas correctamente. Por ello, conviene realizarlas siempre en el mismo orden porque esto le va a dar seguridad al niño, podrá anticipar qué es lo que va a ocurrir, qué puede esperar de la situación, porque por su experiencia, basándose en la repetición a lo largo de los días, siempre ha sucedido lo mismo. A veces comento con los padres que tampoco hay que obsesionarse con las horas (a las 19, 32 baño, a las 20,11 cena...), que lo único que realmente importa es el orden. Por otro lado, no está mal salirse de vez en cuando de la rutina (fin de semana, día especial...), pues los niños también deben enfrentarse a las situaciones sin tener esa certeza de qué es lo que viene después, la incertidumbre y la improvisación también hay que vivirlas​...
  6. Mucho tiempo- poco tiempo: Como en el ejemplo que he propuesto al principio del post, los niños de infantil no saben cuánto dura una situación de manera exacta, pero si pueden percibir si les ha parecido mucho o poco, aunque a veces la motivación y la percepción de los acontecimientos pueden variar el resultado. Por ello, me gusta trabajar con ellos el que cuenten mientras sucede algo ( cuánto tarda en caer una pluma al suelo, en ir un niño al baño...etc). Muchos momentos de nuestra vida cotidiana pueden sernos útiles para ello. Para casos como niños que son más lentos comiendo (por desinterés, no por incapacidad), recogiendo los juguetes...también suelo utilizar el reloj de arena, que es algo muy visual y van viendo cómo se consume la arena de la parte superior poco a poco... Podemos ponerles una medida ( 2 veces le doy la vuelta, 3...) Así verá que si hace las cosas de manera más rápida tardará menos y si va más lento, tardará más
  7. Respeto a sus tiempos. Debemos ser conscientes de la edad que tienen, su destreza al realizar determinadas actividades e intentar no caer en que ellos sigan nuestro ritmo de vida porque ellos llevan otro, más lento y, si nos paramos a pensarlo hasta nosotros deberíamos en algunas ocasiones frenarlo. Un niño disfruta y aprende de lo que ve, de lo que experimenta y, a veces, la motivación o el objetivo inicial del adulto no coincide con la del niño. Os pongo un ejemplo: pasamos cerca de un jardín lleno de flores de muchos colores, que el niño quiere coger, mirar, observar sus características, pero nosotros tenemos mucha prisa porque tenemos que hacer la compra y no nos va a dar tiempo. ¿Qué suele suceder en estos casos? Que se insiste al niño para que deje las flores, le metemos prisa y hasta le llegamos a coger para retirarle de ese estímulo y conseguir el objetivo que nos habíamos planteado desde un primer momento. Para esto y para muchas situaciones, siempre recomiendo a los padres que vayan con un margen de tiempo, que no vayan con el justo, pues esto te da pie a disfrutar con el niño, a solucionar un conflicto de manera adecuada y reaccionar de manera positiva, sin prisa. En este ritmo, estrés que llevamos en esta sociedad caemos en muchos errores por falta de tiempo. Debemos intentarlo y considero que ser conscientes de ello es el primer paso para el cambio. Espero ayudaros en este sentido.
El tiempo es abstracto y relativo hasta para los adultos, pero si ayudamos a los niños a comprenderlo, también aprenderán a valorarlo y respetarlo.
"Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo" Mario Benedetti.



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