Revista Coaching

El uso de la información disponible en la red

Por Juanmartinezsalinas76

Hace un par de semanas, Alemania acaba de aprobar la primera ley para impedir que las empresas usen información privada para contratarEL USO DE LA INFORMACIÓN DISPONIBLE EN LA RED y, por supuesto, no ha pasado desapercibido. Aquí dejo uno de los múltiples artículos que ha generado en la prensa con el titular de “Alemania prohíbe al jefe buscar datos del empleado en Facebook

Empezaré afirmando que uno debe tener claro que si algo no quiere que se sepa de él en la red, la mejor opción es no publicarlo ni en las redes sociales ni en las profesionales. El que publica algo es porque quiere compartirlo. Tampoco se debe olvidar que todas las redes tienen un apartado de configuración para determinar qué nivel de restricción quieren poner a sus datos personales y a todo lo que tienen colgado en las mismas. El ser humano, por naturaleza tiende a ser muy fiado y no se da cuenta que, con precaución y cautela, la probabilidad de que le ocurran cosas desagradables son mucho menores. Sin embargo, no olvidemos que nosotros somos los controladores, generadores y difusores de la gran mayoría de información sobre nuestra vida y entorno en la red. Si descuidamos el control de quien puede verla es cuando el resto de personas pueden investigar y encontrar lo que nosotros, inconscientemente, dejamos que encuentren. Pongamos el caso de que publicamos un reportaje fotográfico de nuestro fin de semana loco en Ibiza este verano, donde cogimos un “pedal” impresionante que terminó en orgía. Pues vale. Te lo has pasado bien y entre tus amigos serás “el triunfador” pero, para un posible empleador, quizás no seas el tipo de persona que vaya buscando. Creo que queda bastante claro el tema.

De la misma forma, la aplicación de esta ley es imposible porque ¿cómo puede una persona demostrar que el motivo por el que no ha sido seleccionado para entrar en una empresa ha sido la foto que tiene en la playa con sus colegas haciendo un calvo para dar la bienvenida a la mañana? Porque es la palabra de una parte contra la otra. ¿Quién le dice a ese candidato que esa empresa no haya podido pedir referencias de antiguos compañeros o jefes suyos de otras organizaciones? Incluso podría darse el caso de que el seleccionador de esa empresa tuviese un familiar u amigo que conociese a ese candidato. Debemos usar el sentido común y no sacar las cosas de quicio. No olvidemos que es imposible controlar lo que se dice sobre nosotros en la red, sin embargo, si que podemos saber qué pueden encontrar sobre nosotros en la red con poner nuestro nombre y apellidos en cualquier buscador. Y ese es un buen punto de partida para gestionar la información sobre nosotros y restringir la que dependa de nosotros. De la misma forma, aquella información que sea falsa sobre nuestras personas puede ser denunciada y puesta en la vía judicial para ser investigada y sancionar a los responsables.

Con este tipo de leyes, también se abre la caja de Pandora para que puedan aprovecharse de ellas los “listillos” que siempre existen. Porque con esta normativa se da alas a los candidatos enojados por no haber sido los seleccionados para el puesto que querían cuando seguramente los motivos sean en la mayoría de los casos objetivos y ellos no dudaran en intentar argumentar que han sido tenidos en cuenta argumentos subjetivos sobre información privada que tenían en la red. Cuando, para empezar, está demostrando que le importa poco la información sobre su vida privada al no poner ninguna precaución de seguridad posible para que no sea encontrado y visitado por quien él no quiera.

De la misma forma, las empresas y los seleccionadores deben tener en cuenta que deben tener en cuenta aspectos profesionales de los candidatos porque lo que cada persona haga en su tiempo libre y en su vida privada no es asunto de ellos. ¿Cómo les sentaría a ellos que un aspecto de su vida privada fuese el motivo real porque no se les ha concedido un ascenso? Por supuesto, sería injusto porque dicha decisión se ha basado en motivos subjetivos y no relevantes para ese asunto. Obviamente, las personas que nos dedicamos a la selección, sabemos cómo poder obtener información de las personas, sin embargo, la diferencia entre los buenos y los malos profesionales está en saber qué información es relevante y cuál debe pasar desapercibida para valorar cada candidatura.

Las personas que dirigen las empresas saben perfectamente qué conductas son lícitas con respecto a las personas que forman o puedan formar parte de sus organizaciones. No olvidemos que las personas que no se fían de los demás no son de fiar.

Lógicamente, se debe de ser precavido y contrastar la trayectoria, competencias y vida laboral de cada persona que quiera entrar en una compañía porque se debe estar seguro que es la persona que mejor encaja con el perfil solicitado y con la trayectoria de la empresa. Sin embargo, lo que no podemos es sacar las cosas de quicio y abusar porque la falta de regulación conlleva que se legisle sin cabeza y se saquen normas que en la teoría quedan hasta bien pero son imposibles de llevarlas a la práctica.

¿Qué opináis al respecto?


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