El valor añadido de contratar trabajadores de colectivos desfavorecidos

Actualmente, el desempleo afecta a numerosos trabajadores altamente cualificados, pero se ceba especialmente con personas de colectivos que lo tienen aún más difícil debido a su discapacidad, su edad o sus cargas familiares. Sin embargo, muchos de ellos poseen cualidades muy beneficiosas para enriquecer cualquier organización y hace que puedan encajar a la perfección en puestos de trabajo que quizá su empresa pueda querer cubrir en los próximos meses. Un informe de la consultora de recursos humanos Adecco destaca sus cualidades para desempeñar determinadas tareas con motivación, afán de superación, fidelidad y orientación a resultados. Entonces, ¿por qué descartarlos de antemano como candidatos? Si bien cada caso tiene sus connotaciones propias, conozca algunas características que pueden beneficiar a su empresa:

• Trabajos rutinarios. Las dos cualidades que más valoran las empresas de los discapacitados intelectuales que forman parte de su plantilla es que son metódicos y constantes. Cuando adquieren una rutina, la interiorizan y no hay apenas cabida para fallos. A su empresa le puede interesar contratarlos para puestos de ordenanza (gestión y reparto del correo diario y tareas administrativas), operarios de limpieza, reponedores, jardineros y encargados del mantenimiento de zonas naturales, etc.

• Sólo limitaciones físicas. Los discapacitados físicos pueden tener limitaciones para realizar ciertos trabajos en los que son necesarias habilidades físicas, pero no tener ningún problema (e incluso ser especialmente valiosos) en infinidad de otros puestos de trabajo. Los puede contratar como gestores de cobros, administrativos, teleoperadores u operadores de venta telefónica.

• Máxima concentración. Las discapacidades sensoriales (visuales o auditivas) son las que más dificultades tienen de inserción laboral. Con algunas adaptaciones en su puesto de trabajo (magnificadores de pantalla, lupas aumentativas, conversor de textos al braille, etc.), las personas con deficiencia visual leve pueden desarrollar en su empresa actividades administrativas, de telemarketing o gestión de cobros. Los discapacitados auditivos tienen un alto nivel de concentración, suelen ser rápidos en sus tareas y poco conflictivos. Su empresa puede contratarlos como grabadores de datos, operarios de limpieza, peones de producción o jardineros, puestos que no requieren de comunicación continua y son puestos en los que no interfiere su falta de audición.

• Puestos poco estresantes y con un ritmo bajo. La discapacidad orgánica, que afecta a los órganos internos, por lo que resulta imperceptible, y la discapacidad psíquica, que afecta a la estabilidad emocional de quienes la padecen, son perfectamente compatibles con determinados puestos de trabajo como manipuladores de alimentos en cadenas de producción o envasado, mozos o preparadores de pedidos (identificación y etiquetado de mercancías y gestión de albaranes) o grabadores de datos.

• La ventaja de la edad. Si su empresa busca experiencia, responsabilidad o madurez, no debería descartar los currículums de los mayores de 45 años. Muchos son mujeres que han estado largos periodos inactivos u hombres que han trabajado durante años en la misma empresa. El desafío para ellos y para su empresa es la actualización de sus conocimientos, pero tienen la ventaja de generar confianza en el consumidor y son idóneos para ocupar puestos de venta telefónica o atención al cliente, promotores de alimentos o electrodomésticos, encuestadores, mozos o preparadores de pedidos, técnicos de mantenimiento o monitores de transporte escolar.

• Mujeres con cargas familiares. Si su empresa quiere contratar promotoras de grandes superficies, cuidadoras de comedor escolar o personas que se dediquen a la atención a dependientes, operarias de limpieza o encuestadoras, estas trabajadoras pueden desempeñar dichos puestos con gran eficiencia, pudiendo compatibilizarlos con su necesidad de horarios flexibles que les permitan atender sus cargas familiares.

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