EL VALOR DE LA NATURALEZA (y II)

Sigue…

Sinceramente, no lo entiendo, me cuestra creer tanta ignorancia o mala fe, la verdad! Me cuesta entender que los unos sean, a costa de los otros, necesariamente! O que creamos que lo que no me sirve, me es indiferente; o que lo que está alrededor mío no tiene valor, precisamente porque siempre está ahí, esperando que lo ignore o lo destruya para sentirme único, superior e invencible, sin duda el rey incuestionable del Universo…

Quizás solo hay que despertarse de ese mal sueño que quizás algunos -¿o somos todos?-  han creado y los demás hemos -lamentablemente- aceptado, en silencio! La verdad es que basta mirar a nuestro alrededor para ver cómo son las relaciones con lo que nos rodea, para darnos cuenta de que quizás lo de “el hombre es un lobo para el propio hombre, lamentablemente parece cierto! Los conflictos de todo tipo, la competitividad sin medida y la paulatina degradación de cuanto nos rodea, son un claro ejemplo! De todas formas y a pesar de las apariencias -y los efectos de éstas-, desde siempre y en todo momento, todos los seres humanos tienen Alma, aunque no siempre lo sepan y/o actúen de acuerdo a ésta! Y en ella, mal que parece les pese a algunos, hay paz, amor y equilibrio! Y más allá de la mera supervivencia puesta continuamente en juego, está en la mano del ser humano encontrar la armonía con todos y todo lo que nos rodea! Y, paradógicamente, esa armonía la hallamos en la Naturaleza que, sigilosamente y sin aspavientos, nos enseña todo lo que necesitamos saber para vivir la vida tal y como la merecemos! Y eso, si sabes, te reconforta…

A mí, para despertar mi conciencia me ha bastado estar atento a lo que cada instante ocurre a mi alrededor, el milagro de la vida! En cada flor, mota de polvo, mirada sincera y paisaje natural e irrepetible aprendí a ver, sentir y compartir, todo lo que soy y siento, cada instante! En cada micro partícula de cada célula de mi cuerpo siento, valoro y recreo el Universo entero, que comparto con amor con quienes y con todo lo que me rodea! Y eso me ha enseñado una poderosa e imprescindible lección a aprender: que todo a mi alrededor -y desde siempre- tiene su propio sentido esencial y necesario en mi vida! Y que el amor se genera siempre y cuando sea capaz de dejar de pensar que todo lo que me rodea es solo para ser consumido, degradado o destruído. Pero eso solo lo lograré cuando profundice en mi Alma -que nos une a todos y a todo, para siempre- y con su inimaginable inteligencia para sentir en mi corazón ese sentido, aunque muchas veces esté oculto bajo la piel de la ignorancia, el simple miedo… o la ya crónica y aparente estupidez humana!

VN:R_U [1.9.10_1130]