El valor del juego de equipo

Los Celtics consiguieron ayer restablecer el equilibrio en la final de la NBA con una victoria rebosante de garra y espíritu (96-89). El equipo trabajó con una enorme intensidad, agudizando su defensa y en ataque demostró una fortaleza mental impresionante.
La labor de equipo fue una vez más la nota predominante en los verdes que mostraron un juego grupal muy sólido. El partido estuvo bastante equilibrado con leves ventajas para ambos equipos hasta que los verdes consiguieron predominar mediado el tercer cuarto. La fuerte defensa de los Celtics, con constantes robos de balón, desarboló a los californianos que sucumbieron ante la velocidad fulgurante de las contras de Rajon Rondo.
El partido de ayer fue el de Glen Davis. Recordando las actuaciones de Leon Powe en la final de 2008, Davis se convirtió en nuestro nuevo gladiador y dio un recital de compromiso, voluntad y tenacidad. Su lucha bajo los tableros fue encomiable y sus acciones de canasta en uno contra uno resultaron fundamentales. Anotó 18 puntos en 22 minutos.
Paul Pierce aportó 19 tantos, 6 rebotes y 5 asistencias. Kevin Garnett logró 13 puntos y 6 rebotes siendo fundamental su defensa y la canasta en buzzer beater que logró justo antes del descanso. Ray Allen volvió a anotar aunque tampoco tuvo una gran noche. Doce puntos para él en un 4 de 11. Rajon Rondo encestó 10 y Nate Robinson volvió a cumplir en su papel de microondas al aportar 12 puntos en 18 minutos. Robinson y Davis fueron, sin lugar a dudas, las claves del partido.
Kobe Bryant anotó 33 puntos y Gasol 21 pero los demás angelinos tuvieron una actuación bastante pobre excepto Odom.
El domingo el quinto partido y último en el Garden. Los Celtics deben aprovechar este factor para imponerse nuevamente y conseguir un match-ball como contrapeso a tener que decidir la final en el Staples Center. Go Celtics !!!