Revista En Femenino

El verdadero significado de conciliar

Por Ana María Ros Domínguez @anaroski

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Según el diccionario de la RAE, conciliar se define como “componer y ajustar los ánimos de quienes estaban opuestos entre sí”.

Si analizamos esta definición desde el punto de vista semántico, utilizando el diccionario de la RAE nos quedaría del siguiente modo:

Componer: Ordenar, concertar, reparar lo desordenado, descompuesto o roto.

Ajustar: Hacer y poner algo de modo que case y venga justo con otra cosa.

Ánimo: Valor, esfuerzo, energía.

Opuesto: Dicho de una persona: Que constantemente desafía a otra de mayor tamaño o fortaleza.

En definitiva, para conciliar hay que tener valor, realizar mucho esfuerzo y gastar mucha energía, que es lo necesario cuando constantemente las mujeres tenemos que estar desafiando a nuestras circunstancias para trabajar fuera y dentro del hogar.

Por no hablar de componer, que gran palabra, componer para reparar lo roto, o lo que no funciona del todo bien, o para reorganizar el desorden, y claro muchas veces para hacer todo eso, hay que empezar por nosotras mismas, y es en esos momentos, cuando necesitamos el ánimo suficiente para seguir adelante, para poder luchar con esa gran oposición, y es ahí, en ese preciso instante cuando escuchar la palabra conciliación de la boca de un politicucho, te provoca ira, rabia, y esa sensación de decir, a ti te daba yo mi vida cariño, que fácil es hablar cuando los toros se ven desde presidencia, y es imposible que te empitonen, cuando sientes que tus pies no tocan el suelo.

Y claro está, cuando recurres a sus programas a sus ideas, te das cuenta, que lo único que tienen para ofrecerte es un subsido, ¿y para qué quiero yo un subsidio?

Aún recuerdo a aquéllas monjas misioneras que nos visitaban en el colegio, y que siempre ponían el ejemplo de aquella caña para pescar, no de dar el pescado ya listo para cocinar. Y en este país, nos hemos acostumbrado a la cartilla de racionamiento del subsidio, no a que nos ayuden a fabricar nuestra propia caña, o que nos enseñen a manejarla.

Para los que queremos aprender a pescar no hay nada, no estamos en sus programas. Para las madres que decidimos apostar por la vida, y traer hijos al mundo, no hay ayudas, ahora di que quieres abortar, todo son facilidades, da lo mismo, si los órganos de tu futuro hijo no nacido, serán vendidos a otras personas y serás encima usada como un eslabón de la maquinaria cruel del dinero, da lo mismo.

Una sociedad que no apoya a la mujer por su condición maternal, que no apoya a la familia, como unidad más importante del tejido de desarrollo personal, es una sociedad putrefacta. En la que por desgracia nos ha tocado vivir y sobrevivir en ella.

Mientras, yo seguiré intentando conciliar:

  1. Intentando conciliar el sueño cuando los problemas no me dejan dormir.
  2. Intentando conciliar mi carácter cuando no tengo ganas de nada, o me sale una mala contestación pero tengo que dar ejemplo, porque soy madre.
  3. Intentando conciliar una sonrisa cuando lo que se me apetece es llorar.
  4. Intentado conciliar mis necesidades, dejándolas siempre para el final, para cubrir las de los que me necesitan.
  5. Intentando conciliar a mi familia con un nuevo proyecto.
  6. Intentando conciliar mi miedo para que no me acobarde y me haga fracasar.

En definitiva conciliándome a mi misma, e intentando aprender lo suficiente para llevar a buen puerto lo que más quiero en el mundo a mi familia.


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