Revista En Femenino

El vestido rojo

Por Lamamadeunabruja @mamadeunabruja
Cuando yo era una niña de más o menos seis años tenía un vestido rojo precioso, un vestido de gasa de esos que te hacen sentir como una princesa a esa edad. Fue un capricho de mi madre que mi tía me regaló, un vestido de esos caros que se convierten en "el vestido" porque no pueden competir con nada de lo que uses a diario.
Lo recuerdo a la perfección porque mi madre me llevó al fotógrafo a hacerme unas fotos con él, con el vestido y un lazo rojo plantado a un lado de la cabeza sustituyendo al azul marino que normalmente llevaba con el uniforme, la verdad es que veo esas fotos y me veo guapísima. El tema es que sólo recuerdo haberlo llevado ese día y uno más en el que mi madre no me dejó hacer absolutamente nada para que no se me estropeara, tengo perfectamente nítido en mi cabeza el momento en que me echaba la bronca por sentarme en un bordillo con mis amigos. Creo que no me lo volvió a poner.
El vestido rojo
Como era de esperar el vestido dejó de valerme (¿quién mandará a los niños crecer?) y mi madre sacó el vestido del armario y decidió dárselo a una de mis primas, recuerdo que no fue a la que normalmente daba la ropa que dejaba de valerme porque según ella estaba tanto en la calle que lo iba a destrozar en dos días y se lo dio a otra, a otra que seguro que lo aprovechó mucho más que yo y que también se sentía una princesa con mi vestido.
Esta historia se la he recordado mil veces a mi madre y ella siempre se enfada, pero seguiré haciéndolo, es algo superfluo y frívolo pero a mí me fastidia muchísimo no haber podido disfrutar de algo que me gustaba y que era mío para que no se estropeara y acabara disfrutándolo y estropeándolo otra persona.
Y esa es una de esas cosas que no pienso repetir con mis hijas, y no me refiero sólo a la ropa, que también, puesto que les dejo jugar donde quieran  indistintamente de la ropa que lleven puesta, me importa que ellas disfruten y no tener que lavar una cosa u otra, si no que me refiero a todo lo que puedes hacer y disfrutar hoy y a veces dejas porque ya habrá tiempo y luego no llega nunca el momento.
Si esta tarde hace buen día y podemos ir al campo no pienso de dejar de hacerlo porque ahora van a venir muchos días buenos, no, tal vez en esos días buenos surjan mil cosas. Si alguien les regala algo que les gusta no se lo voy a guardar para que no lo rompan y sacarlo dentro de dos años porque tal vez dentro de dos años tengan otras cosas y esto ya no les guste. Si hoy podemos aprovechar y quedarnos las tres disfrutando en la cama hasta las diez lo haremos porque tal vez mañana no tengamos la oportunidad.
Tengo claro que no voy a dejar pasar las cosas porque ya habrá tiempo porque tal vez no lo haya. 
Y lo guapa que estaba yo con ese vestido mamá, qué?

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