El viejo y el sueño

Hay varias teorías que intentan explicar la fragilidad del sueño en la edad madura. Como biólogo que soy me interesan las mías, esas que argumentan que se trata de un vestigio evolutivo que mantiene preparado al adulto para no ser sorprendido por potenciales predadores que pudieran acabar con él mismo o su progenie. Que es lo que biológicamente debe ser un mamífero senior: alguien que se ha reproducido y que ha de compaginar sus labores protectoras con una pérdida paulatina de la agilidad.

Pero en el primer mundo del siglo XXI un señor puede haberse dedicado durante años a otras labores no necesariamente relacionadas con la procreación y el sueño ligero lo sorprende sin depredadores merodeando ni una simple cría que atender. Un desperdicio. Este año bien podrían haberse llenado las horas insomnes con partidos del Mundial de Fútbol. Pero este que les habla no se coordinó con la FIFA hace ocho años (qué iba a saber mi yo más joven) y la sede elegida tiene un horario de europeos decentes.

otal, que la falta de sueño este verano me ha sorprendido sin siquiera una mísera olimpiada que echarme a la boca y he tenido que innovar. Me he suscrito a Movistar+ (esto no es publicidad). Entre la mareante oferta de programas, series, películas y documentales (repito, esto no es publicidad**), he descubierto que a mi edad puede recuperarse la ilusión por "ver la tele". Y solo ha hecho falta un canal para ello: #0.

La cantidad de programas que, en mi humilde pero sincera opinión, van desde muy buenos a geniales me ha generado de nuevo ganas de encender el televisor (y no solo para tener un ruido de fondo que me acompañe): Radio Gaga, This is Art, Ilustres Ignorantes, Informe Robinson, Late Motiv, La Resistencia, Loco Mundo, Wifi Leaks, Pool Fiction, Dame veneno, La vida secreta de los niños, Cero en Historia, Tabú... ¡y los partidos de la NBA! Una purga más que necesaria de años de "más de la misma mierda" "emitimos basura porque la gente pide basura" "las audiencias mandan".

No me queda otra que agradecer la calidad que me ameniza el insomnio con un aplauso (pero no muy fuerte, que en casa duermen).

* Ya acaba el mes de mi cumpleaños. Sí, lo he llevado mal, pero me veo con fuerzas de abandonar a partir de ahora el tema de la edad.

** Nadie me ha pagado para escribir este post. Pero no pondré objeciones al que quiera hacerlo tras leerlo.