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‘El viento se levanta’: el legado vivo de Miyazaki.

Publicado el 07 mayo 2014 por Maresssss @cineyear
Publicado en opinamos / por / el 7 mayo, 2014 a las 10:05 am /

Cuando uno acude al cine a ver una película de animación, no son muchas las ocasiones en las que la expectación que se respira durante los minutos previos al comienzo congrega a más adultos que menores. No obstante, el talento y el nombre de Hayao Miyazaki hace que cambien las tornas. ‘El viento se levanta’ es la obra crepuscular de un maestro del cine (a secas). Sin embargo, el director japonés ha vuelto a demostrar que su inventiva y estilo de innovación no tiene límites. Miyazaki se despoja de (casi) todo el misticismo para entregar una cinta honesta y sencilla sobre un niño que sueña con pilotar aviones.

La trama nos sitúa en el Japón rural y atrasado del primer cuarto del siglo XX, cuando la modernidad era solamente un sueño lejano e irreal. Jiro Horikoshi, personaje principal de la cinta, sabe que su miopía es un impedimento para poder pilotar, y es por ello que vuelca su pasión hacia la creación de aviones. Miyazaki se vale de la historia real de este ingeniero crucial en la historia de la aviación nipona para mostrarnos el turbulento mundo de aquellos años y todo lo que aconteció a través de las gafas redondas de su protagonista.

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El maestro nipón obvia tratar la película como un ejercicio moralista y aunque determinados episodios históricos como la Gran Depresión o la Segunda Guerra Mundial son imposibles de rehuir, Miyazaki decide centrarse en la pequeña historia dentro de la historia sin más fin que ahondar en el sueño de su protagonista. El estilo delicado de las imágenes destaca por la ausencia de barroquismo; el profundo control de los elementos que permite la animación cinematográfica es remarcado por unos colores que no buscan el realismo sino el preciosismo animado.

No obstante, y aunque se trata del trabajo de un maestro de la animación, no estamos ni mucho menos ante una obra maestra. La acción adolece por momentos de falta de concreción y cierta monotonía. Sin embargo y pese a ello, el poder de cautivar que posee Miyazaki consigue conquistar finalmente al espectador. Como suele pasar con todos los grandes, uno siempre espera hallar una obra maestra en cada trabajo. Hayao Miyazaki es un mito viviente del séptimo arte que con esta película pone fin a su filmografía. ‘El viento se levanta’ constituye un notable final a la obra de un artista inmortal.

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