Revista En Femenino

Elecciones, mujeres y memoria

Publicado el 03 junio 2011 por Daniela @lasdiosas

Un grupo de novias recorrió el sábado 28 de mayo la calle Larco en pleno corazón de Miraflores, en esta Lima en donde el sol se despide para dar paso al frío y la neblina, sorprendiendo a turistas y desprevenidos transeúntes. La marcha de las novias es la intervención en espacios públicos organizada por mujeres de todas las edades que integran el colectivo No a Keiko. Ellas irrumpieron en una zona en que probablemente haya un voto mayoritario por la candidata Keiko Fujimori, para recordamos algunas verdades ocurridas en el régimen de su padre, verdades que se intentan ocultar en este tiempo por la mayoría de los grandes medios de comunicación que han optado abiertamente por esta candidatura, como bien nos lo ha informado Calandria en su seguimiento a los medios (1) En su recorrido, en un sereno silencio que contrapuntea con el ruido de los carros y algunos gritos de “comunistas, chavistas”, o “sí a Keiko” lanzados por adeptos a la candidatura de Fujimori, ellas, en este sencillo acto, nos hacen un potente llamado a la memoria, trayéndonos al presente lo que algunos dicen ahora que no vieron o lo que en realidad alguno NO VIO.

Ésta es la intervención que han denominado “Cásate con la Verdad, Fujimori Nunca Más” (2) Mostrando pequeños carteles, las novias de la Verdad nos recuerdan que el país fue desmantelado económica y moralmente. “No quiero que a mi país lo gobierne una mafia”, dice un cartel; “porque no quiero perder mis derechos”, dice otro, haciendo eco de un tiempo en que se violaron sistemáticamente los derechos humanos, en que se asesinaron personas, en que miles y miles de trabajadores y trabajadoras fueron despedidos, en que miles y miles se quedaron sin derechos laborales gracias a la política de flexibilización laboral impuesta. En otro cartel, se puede leer “porque no quiero que los hijos de la presidenta estudien con mi plata”, en abierta alusión a las denuncias de que la candidata habría estudiado en una de las mas caras universidades del mundo con plata robada del erario nacional.

El jueves 26 de mayo, también asistimos a un acto que es también en muchos sentidos un llamado a la memoria. En la multitudinaria marcha que con el lema “Con esperanza y dignidad, Fujimori, Nunca Más” recorrió el centro de Lima, miles de hombres y mujeres se movilizaron contra la posibilidad de que se instale un gobierno que representa para muchos y muchas un tiempo en que el país estuvo a punto de hundirse en un abismo. Las calles del centro de Lima se llenaron de manifestantes que, portando cárteles coloridos que recordaban aquellos tiempos, llamaban a no repetirlos. En un segmento de la marcha, cuatro chicas entre 20 y 30 años caminan con chorros de sangre que, saliendo de sus “úteros”, recorren sus piernas, trayéndonos a la memoria la brutal política de esterilizaciones forzadas llevadas a cabo por el régimen fujimorista, como medida para terminar con la pobreza, política que llevó a que se esterilizaron más de 300 mil mujeres, especialmente indígenas, pobres. Un poco más allá, otro grupo de muchachas con las palabras No a Keiko pintadas en sus rostros nos recuerdan las violaciones a las mujeres en el sasachacuy tiempo, en la perfomance “Mi cuerpo no es un campo de batalla”.

Destaca la juventud de miles de manifestantes, su alegría y su valentía, sobre todo de mujeres jóvenes en estos espacios. Es un aporte importante en la lucha contra la política de olvido que se ha instalado y se quiere fortalecer en este tiempo electoral. Un olvido que propone impunidad, un olvido que no es producto de la paz y el descanso que se logra al fin cuando la justicia se ha conquistado y que posibilita la continuidad de la vida, sino que se nutre del ocultamiento, de la ignorancia de los hechos, del miedo a saber, a recordar.

Esta juventud movilizada, reclamando dignidad, con cárteles y canciones como armas para exigir respeto, para defender al país como rezaba alguna de las consignas ―“Perú, te quiero, por eso te defiendo”― es tan disímil a esa imagen que la congresista Cuculiza nos propuso cuando habló de lo bueno del servicio militar obligatorio, contando entusiastamente cómo en Israel es “maravilloso ver a esas chicas y a esos muchachos en las calles, llevando sus fusiles, sus FAL, sus metralletas, haciéndose respetar.” (3) La juventud en Lima ese día dejó claro que las mejores armas para defender a su país, para exigir respeto, no son los fusiles ni las metralletas, sino la creatividad y la esperanza.

La presencia de miles de mujeres jóvenes se hace más relevante en la medida en que, según las encuestas, un gran porcentaje de este segmento apuesta por la candidatura de Keiko Fujimori. Aunque no se ha hecho aún una profundización de las razones que las movilizan, porque hay que señalar que no sólo hay miedo en esta opción, ensayaremos algunas razones.

Mujeres jóvenes votan por Keiko Fujimori porque es mujer, lo cual es un llamado de atención a los gobernantes que no han trabajado para cumplir las aspiraciones de las mujeres, que no han acortado las inequidades y la falta de oportunidades y de representación, en un país en que se las discrimina por ser mujeres y por ser jóvenes, especialmente si vienen de los sectores sociales menos favorecidos. Quizá en esa identificación de género y de edad se expresan también imágenes autoreferenciales, pues ellas mismas se ven como mujeres luchadoras, y lo son, mujeres que no se quitan, que hacen la pelea, punto que ha explotado muy bien la candidata, como se puede ver en su mitin realizado en Ventanilla el día siguiente al debate. “Si es que a mi me ponen un adjetivo, sé defenderme por supuesto y sé actuar también con mucha fuerza, y ese será mi forma de actuar de llegar a ser presidenta del Perú,” dice ya en un grito pelado (4). ¿Cuántas mujeres jóvenes tienen que luchar día a día por el ascenso en su trabajo, contra el acoso, por la igualdad de oportunidades? ¿Cuántas no se quitan y hacen la pelea?

Otra de las razones es que muchas la consideran el “mal menor” y creen realmente que todos los actos que se cometieron en el gobierno de su padre y del que ella no se ha separado, como lo demuestra el equipo que la acompaña, su férrea defensa a su inocencia, a su accionar, y los numerosos cárteles que con la figura del padre se reparten en el país, fueron necesarios. Reflejan ellas una extensión indeterminada de sus territorios morales, justificándolo todo, en nombre de los supuestos beneficios que les trajo su gobierno en términos económicos y supuestamente por haber derrotado el terrorismo.

La candidata, aprovecha las identificaciones de género y etáreas al máximo, con mucho éxito cabe señalar, aunque su trayectoria personal y política no es precisamente un indicador de su solidaridad de género. Basta recordar su accionar con su propia madre, su escaso compromiso con las mujeres esterilizadas, con las mujeres víctimas de la guerra y el poco trabajo realizado como congresista para proponer leyes que beneficien a las mujeres.

“Lo que Keiko Fujimori demuestra con lo que dijo en el debate es que no le interesa el tema. No le interesa el dolor de las mujeres afectadas por las esterilizaciones,” dice Victoria Vigo una de las víctimas, aludiendo a lo que sucedió en el debate el día domingo y la no respuesta de la candidata a los cuestionamientos a las esterilizaciones forzadas en el gobierno de su padre.(5)

Ni un atisbo de sororidad pudimos notar en el debate con estos miles de mujeres a quienes se violaron sus derechos. Sin embargo, ese día, no pudimos dejar de tener la sensación de que asistíamos por momentos a la presentación de una obra del teatro Noh japonés, que nos trajo a escena nuevamente el fantasma de Fujimori padre y su accionar. Pese a la frialdad en la lectura de su discurso y en las respuestas, en el rostro de la candidata, aparentemente inexpresivo como una máscara de teatro Noh, cuando se salía del guión, como un cambio de luz en la escena, podíamos visualizar la extraordinaria expresión de hannya, la máscara que representa la mujer vengativa, llena de rabia y amargura y también de un enorme sufrimiento. Quizá a ese sufrimiento se refería la candidata al hablar de la pesada carga que no quería que como ella también carguen sus hijas, pero que si cargó su madre torturada en Palacio y abandonada por ella, vale repetir.

Por Rosa Montalvo Reinoso

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Noticias Ser Perú

La Ciudad de las Diosas

Notas:

1. IPS – Milagros Salazar, “Los medios peruanos juegan su propio partido”, periodismohumano.com, 31 de mayo del 2011. http://periodismohumano.com/sociedad/comunicacion/los-medios-juegan-su-p...

2. Video “Cásate con la Verdad. ¡Fujimori nunca más!” http://www.youtube.com/watch?v=ZzH8yRXXcaA

3. Entrevista a Luisa María Cuculiza en Buenos Días Perú el 10 de mayo del 2011http://www.youtube.com/watch?v=cWXApJBvxow

4. Keiko Fujimori Mitin en Ventanilla, 31 de mayo del 2011. http://noticias.peruanosenusa.net/2011/05/31/keiko-fujimori-mitin-en-ven...

5. María Helena Hidalgo, “A Keiko no le interesa el dolor”, Testimonio de Victoria Vigo, una de las miles de mujeres afectadas por las esterilizaciones, La República, 31 de mayo del 2011.http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20110531/3/node/355190...


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