Elegir autoridades preparadas para no robar…

Propone Luis Revilla al electorado de Cañete y la región Lima-tras enfatizar que la mejor encuesta, se da el mismo día de las elecciones, porque la personalidad e idoneidad del gobernante, es la misma que del votanteA un año de los próximos sufragios regionales y municipales, Luis Revilla Seminario, opinó que los candidatos que participen de la contienda electoral deben estar preparados, sobre todo, para no robar.Desde el programa “Lima Sur Noticias” de Activa Tv, comentó que no es suficiente la presentación de una hoja de vida con estudios en instituciones notables, si se carece de principios y valores.“Ser autoridad es un donde servició” – enfatizó – tras dar a entender que “La corrupción política”, entendida como utilización espúrea, por parte del gobernante, de potestades públicas en beneficio propio o de terceros afines y en perjuicio del interés general, es un mal canceroso que vive en simbiosis con el sistema democrático, a pesar de ser teóricamente incompatible con el mismo, y que debe preocupar muy seriamente a todos los demócratas, ya que corroe los cimientos de la democracia.Revilla Seminario – dijo que la mejor encuesta se da el mismo día de las elecciones, porque la personalidad e idoneidad del gobernante (Regional o Municipal), es la misma que del votante. “De ahí a que salgan gobernantes que no están en las alcaldías, que no atienden y no escuchan a la población, que están involucrados en actos de corrupción, coimas y cosas negativas”, agregó.Finalmente el polémico ciudadano quilmaneño, dejo entrever que en una sociedad como la cañetana, todos, en mayor o menor medida, somos responsables de la ola de corrupción que nos desmantela. Los políticos que la practican, promoviéndola o aceptándola; el estamento judicial (jueces y fiscales), que en muchas ocasiones no han dado la talla; las instituciones encargadas del control y fiscalización de la actividad administrativa, negligentes casi siempre en su tarea; los medios de comunicación, silenciando o minimizando, a veces, el fenómeno corrupto y la ciudadanía en general, tolerante en exceso con el político corrupto, quizás porque aún no es consciente de que la corrupción la paga de su bolsillo. (Nota informativa - Interpretativa)