¿Emigrar para emprender?

Foto: chenines

Al hilo del artículo de Enrique Dans, cuyo título si quieres emprender haz las maletas es suficientemente clarificador, ha habido mucho revuelo. Hacer afirmaciones tan absolutistas tiene el problema de que en la mayor parte de las ocasiones estarás equivocado y esta ocasión es una de ellas. ¿Hasta que punto es necesario emigrar para emprender?

Más que nada porque una vez leído dicho artículo se nota una falta total de análisis y de una argumentación suficiente para justificar la afirmación inicial y basa todo el mismo en una supuesta falta de financiación que los proyectos tienen en España. ¿Es suficiente ésto para lanzar esa afirmación? Yo creo que no.

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Cuando emigrar no es la opción

La mayor parte de los casos de las personas que se plantean emigrar para emprender alegan las dificultades para montar un negocio en España (burocracia, costes, falta de apoyo o financiación, etc.). El que piense así y debido a ello se plantee irse a otro país para empezar un negocio volverá pronto, casi con toda seguridad, tras fracasar en su intento.

Más allá de que efectivamente España no es un buen país para empezar un negocio el que crea que la verdadera dificultad está en el principio no tiene ni la menor idea de lo que supone tener una empresa. Empezar es lo más fácil, sea como sea, lo realmente es complicado es hacerlo rentable y duradero. Ante esto ¿ofrece el país de destino más garantías que España en ese aspecto?

Las menores dificultades que pueda haber en ese otro país han de compensar la problemática de la adaptación a la vida en el mismo, el desconocimiento de ese mercado, de la legislación, los problemas iniciales que podamos tener como “no residentes”, etc. Por no hablar de los gastos que habrá que asumir al emigrar.

Podemos pensar que las condiciones de los emprendedores de otros países son mejores que las españolas pero eso no siempre es así ni es garantía de éxito. Nadie va a invertir o a financiar un proyecto que no sea realmente bueno, ni en España, ni en USA, ni en Singapur. Más allá de la restricción al crédito que tenemos aquí ¿es nuestro proyecto lo suficientemente bueno como para llamar la atención de alguien fuera de nuestras fronteras? ¿Lo sabemos o lo suponemos?

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Emigrar puede ser la mejor opción

En algunos casos emigrar si puede ser la mejor opción. Tanto la fiscalidad como las condiciones laborales y las obligaciones mercantiles de otros países pueden y son más favorables que las españolas. Si este punto es crucial para el desarrollo de nuestro modelo de negocio sí podemos plantearnos el irnos fuera.

¿Tiene nuestro modelo de negocio proyección internacional? ¿Facilita a nuestro negocio a nivel organizativo, comercial o financiero que éste esté situado en otro país? ¿Contamos con un conocimiento suficiente de cómo se desarrollan los negocios en dicho país como para que ésto no nos suponga un problema?

Si favorece a nuestro negocio que éste se ubique en otro país podemos plantearnos la emigración, pero siempre pensando en el desarrollo del mismo y no en el ahorro de unos costes que en una empresa de éxito no resultan significativos, ni en pagar menos impuestos derivados de unos beneficios que no hemos obtenido ni sabemos si los vamos a obtener ni cómo los lograremos.

Dejemos de lado los tópicos, muchas veces falsos, y hagamos un análisis riguroso de los pros y los contras de irse o quedarse, siempre desde un punto de vista realista y referente al negocio y no bajo un prisma personal. Con eso y con información y asesoramiento al respecto podremos ver cuál es la mejor opción.

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