Employer Branding y la honestidad de las cúpulas

Rodeados estamos de un halo emprendedor, que tiene más carácter de vende humos mediático que de verdadera necesidad y deseo de levantar un sueño y ponerlo en práctica, ganas de esto último no faltan y si mucho del apoyo que tan mediáticamente se nos vende. Espíritu emprendedor hay y habrá, existe en cada conversación que tenemos o que nos llega de innumerables personas deseosas de levantar proyectos empresariales aptos a esta Era de la Información, proyectos que emplean estructuras horizontales para levantarse de la nada y mostrar las realidades palpables que existen en la brillante capacidad creativa e innovadora de este país.
Emprender es loable, requiere de un gran esfuerzo que se consigue por un ferviente deseo de hacer realidad un proyecto de la forma más bella posible, satisfaciendo a todas las personas implicadas desde el máximo responsable hasta el último empleado. Buscando siempre los caminos necesarios a transitar para crear los mejores productos o servicios para los clientes y en las mejores condiciones laborales. Sólo así se conseguirá el respeto dentro y fuera y poder permanecer como marca de prestigio en la sociedad.
Employer Branding utiliza la figura del buen empleador como eje desde el cual se despliega en su máxima expresión departamentos de marketing, recursos humanos, distribución, venta, producción, post venta, etc,  con el objetivo de producir en sus canteras los mejores productos para los clientes, desde departamentos dotados con el personal mejor cualificado en pleno desarrollo de su capacidad creativa e innovadora.
Employer Branding, lejos de estrategias y objetivos surrealistas de cúpulas directivas, toma consciencia de la vital importancia de mantener dentro el mejor equipo humano con vistas a futuro, dejando constancia que la reputación interna y externa de la Imagen de Marca se genera y se gana a través de la confianza de los empleados y del máximo cuidado del detalle en los puntos de encuentro con los clientes.
Honestidad, transparencia, coherencia y sentido común son aptitudes que desarrolla la figura del Employer Branding independientemente de la originalidad del proyecto emprendido, su máxima es construir desde la solidez de la transparencia estructuras que permanezcan en el tiempo y puedan ser reconocidas como útiles en cualquier momento y época.