En busca del Dr. House

A mi es que la serie me encantaba. Soy fan del humor negro, pero sobre todo me gustaba verla porque siempre me preguntaba el hecho de que en caso de tener una enfermedad rara si me gustaría ser atendida por House o no. Ahora lo sé. Es un sí rotundo.

Como ya sabrán llevo un par de días con 40 gradines de calentura. Si ya lo sé,para uno que es de trópico ésto no es nada, pero claro para el personal comienza a ser algo sospechoso.

Me aconsejaron ir a urgencias, sobre todo porque algo viral iría en descenso y se manifestaría con una sintomatología distinta. Wuaaah ¡usar términos médicos me pone! Alguna vez quise estudiar medicina y el simple hecho de escuchar plaquetopenia, antipirético, viriasis desconocida es que me pone los pelos como escarpias.

Me pasé por urgencias creyendo que sería una visita corta. ¿De dónde habré sacado yo ese supuesto? Urgencias es todo menos URGENTE. Hay una calma chicha que inunda la sala mientras la fila de pacientes “urgentes” por ser tratada crece exponecialmente.

Y ahí llego yo con mi fiebre de 40. Y cuando me preguntan si algo más, sólo respondí nada más. Bueno si, síndrome de extrañamiento materno es decir me gustaría que estuviese mi madre cuidándome pero fuera de eso ni tos, ni anginas y una expresión que me chifla “voy de cuerpo bien”. ¿Ir de cuerpo? Eso es una expresión genial. El cuerpo se desintegra en un estado desintegrador…pero vamos que no tengo diarrea.

Me hicieron el “triage” que eso en mis épocas de paramédico (si, si, como lo oyen alguna vez estuve trepada en ambulancias sirviendo a la comunidad) era para accidentes graves, tipo el avionazo de Anatomía de Grey para clasificar quién sobrevive y quién directamente muere.

Y se ve que yo sobreviviría pues me hicieron esperar dos horas para tomarme la fiebre y la tensión y salir a esperar en la salita otra hora cuarenta y cinco. Las viriasis son así, hay que atenderlas con paciencia para que se manifiesten claramente.

Durante ese tiempo hice amistades, para la mala fortuna de Semenator. Se ve que tengo cara de “necesitar amigos” porque conocí todas las historias de los pacientes del día de ayer en urgencias. Desde el que viene acompañado de unos amables policías- eso sí con unas esposas en sus manos- y que le dolía el cuchillazo que le metieron en una trifulca, hasta la madre bonachona que me abrazaba y me decía que que mala carucha tenía pero que a ella le preocupaba el tercer “huevo” que le había salido a su hijo.

Y en eso no pude más, me maree y casi saludo el suelo pero me abracé a un doctorcucho de guardia y le dije que llevaba dos horas y que la fiebre me tenía debílisima. Me pasaron de inmediato. No les gustó nada a mis compis de la sala de urgencias, pero cuando una dama tiene un desvanecimiento siempre se le cede el paso.

Y a pasarme droga y después de tenerme varias horas enchufadas y haciéndome análisis me mandaron al día siguiente pá casa con paracetamol. ¡Cómo se nota que House no estaba de guardia!

Estoy segura que House hubiese robado mi móvil, hubiese mandado a leer a todos su séquito mi blog, ver que seguramente lo que tengo es una alergia “bestial” a que el frío continúe por éstas tierras y que tengo “estrés nervioso ochojotero”.

Es así como me he levantado de la cama. Gracias a que vino y con su bastón dio dos golpecitos y me dijo “si quieres morirte del nervio hazlo con estilo no con una fiebre tropical inventada para que te miren con ojos de borrego y te perdonen si tartamudeas”.